Capítulo 18: Lexa.

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Forks, Washington.

1.

Nos instalamos y me tiro directamente a la cama. Dios, estoy tan cansada. Siento una mano sobre mi pierna.

— Voy a ir a comprar. ¿Quieres algo?.

— Unas papas fritas.

— Vale.

Y escucho la puerta abrirse y cerrarse.

•••~•••

Abro los ojos en plena oscuridad. “¿Dormí toda la tarde?”. Me levanto de la cama y voy a lavarme el rostro. Voy al living y veo a Caden comiendo nachos mientras ve televisión.

— Hola.

— Hola — me siento a su lado y como unos nachos — ¿fuiste a comprar?.

— Sí, pero había un negocio cerca. Volví sin ver nada. También quería dormir.

Me levanto y me acerco a la ventana, todo se ve... ¿Tenebroso?, o quizás, melancólico. No sé. Como un poco más mientras sigo viendo por la ventana. Todo es tan tranquilo y menos caótico.

— ¿Quieres salir?.

Mi vista va al azabache.

— ¿Vamos?.

— Sí quieres ir, yo voy.

Asiento con una sonrisa pequeña.

Nos abrigamos y salimos. El frío nos hace temblar un poco pero de todas maneras seguimos. Las casas son pequeñas y rurales, todo está rodeado de árboles y no hay zonas tan industrializadas. Pasamos por un cine y le saco fotos, se ve cómo un lugar en el que sucedería una película de terror, es antiguo.

Escucho una risa y vuelvo a verlo, Caden tiene una sonrisa amplia mientras mira el cielo.

— ¿Qué miras? — pregunta entre confusa y divertida.

— Solo... Estoy feliz. Me quedaría aquí para siempre.

Lo miro varios segundos. Verlo me parece más interesante que ver alguna película. Caden es un espectáculo andante. Cada vez que sonríe parece estar en la cima del mundo pero ambos sabemos que eso no dura, así que su sonrisa es cómo una estrella fugaz.

2.

— ¡Corre!.

Y Caden me sigue entre risas. Los árboles gigantes, los sonidos, los olores, todo, es majestuoso. El pelinegro me pasa y yo lo trato de seguir.

Me siento en una película y es una sensación tan especial, solo somos nosotros dos corriendo en un bosque enorme con una vibra de que algo saldrá y nos matará pero nosotros estamos emocionados.

Lo alcanzo y tratamos de recuperar el aire, nos miramos y reímos sin saber por qué.

— ¿Has visto crepúsculo? — me pregunta con una sonrisa ladina y una ceja alzada.

— ¿Es una película o algo así?.

— Sí, es una película popular del 2000 y algo. Se grabó aquí, por eso quise venir.

— ¿Es buena? — le pregunto curiosa.

— Bueno... Actualmente no creo, pero antes sí. Supongo. Va de vampiros y eso — contesta vacilante.

— Deberíamos verla — digo con una sonrisa ladina.

Asiente. Caminamos un poco más y al final decidimos volver a buscar algo de comer.

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