Capítulo 19: Caden.

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Narra Caden.

1.

Me despierto con alguien moviéndose a mi lado. Al bajar la mirada me encuentro con el cabello de Lexa, ella busca más calor entre sueño, o eso supongo. La pequeña mujer a mi lado se acomoda mejor entre mis brazos.

La miro y una pequeña sonrisa me nace involuntariamente, ella es adorable. La tapo mejor y la acerco más a mí, su cabeza termina sobre mi pecho.

Ayer fue demasiado, después de abrazarla sentí que todo lo que quería guardar para mí estaba en ella, solo comencé a llorar sin parar.

Pienso en Christian y siento que lo estoy traicionando, no por algo físico pero sí por algo emocional. No siento que quiera a Lexa para besarla ni tener sexo, pero si quisiera que estuviera ahí para que me escuche, para que me abrace, que este a mi lado.

Acaricio su cabello mientras siento el calor y el olor que emana, eso es todo lo que necesito para estar bien.

•••~•••

Abro los ojos y al mirar al lado noto que no hay nadie. Me levanto y al entrar a la cocina veo a Lexa cocinando, me acerco y ella sonríe al verme.

— Hoy tenemos pasta con salsa blanca y champiñones.

— Guau, que gourmet — digo riendo — pero no tengo hambre Lexa.

Frunce su ceño por un segundo pero luego sonríe ladina y se acerca a mi cuerpo, trago saliva nervioso.

— Come menos que yo pero come — hace un tierno puchero — por favor, por mí.

No puede hacer esa expresión y esperar que alguien le diga que no. Lanzo un suspiro resignado y asiento, ella sonríe ampliamente.

— Deberíamos ir a caminar en la tarde — propone volviendo a poner su atención a la cocina.

Revuelve la crema con los champiñones.

— No tengo energía — digo acercándome y apoyando mi cabeza sobre la suya.

Su estatura me gusta.

— Entonces veamos una película. Hagamos algo.

Tengo miedo de que decida que estar conmigo es aburrido y se vaya, así que solo asiento a su petición.

2.

Lexa esta mirando por la ventana mientras la lluvia cae. Tiene un café entre sus manos, me siento al lado suyo en el sillón.

— Pagaría por saber que piensas — comento y ella me mira.

Se queda callada unos segundos y luego habla con voz lenta y suave.

— A mi mamá no le gustaban tanto los días así, en cambio yo siempre los disfrute — comenta en tono suave sin mirarme — cuando murió cada vez que llovía la recordaba, ya que los odiaba.

— ¿Te sigue doliendo cómo cuando murió? — pregunto en tono suave.

Niega con la cabeza.

— Cuando eso paso, sentí que quería morir junto con ella. Sentí que mi mundo se acababa y lo que más me dolía era que yo seguía viva — me mira un segundo — Tenía que seguir viviendo, seguían los días y yo sentía que mi mundo se había ido.

— ¿Y ahora?.

Sus ojos grises me miran directamente.

— La vida sigue. Nadie te prepara para perder a alguien de esta manera. Y la gente espera que lo olvides para superar — hace una mueca de desagrado — y no es así. No me duele hablar de ella me duele estar olvidandola.

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⏰ Última actualización: Feb 07 ⏰

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