Kinktober 2023. Saint Seiya Ships

18: Cool For The Summer

Ship: Nicolas x Linux

Palabra: A un lado de la carretera.
Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Omegaverse.
Advertencias: Cambios en las edades.

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Verano, la época de las vacaciones escolares, las aventuras más alocadas en familia o con amigos, las anécdotas que recordarás por el resto de tu vida, y sin duda, para el romance.

La juventud, esa etapa de transición para dejar atrás la adolescencia y entrar a la adultez. Cuando eres legalmente un ciudadano con obligaciones de todo tipo, permisos para consumir alcohol y fumar, obtener una licencia de manejo, poder hacer viajes sólo.... Una etapa tan tranquila, difícil o salvaje para cada uno.

Estaba en la flor de su juventud, solo se tienen 20 años una vez en la vida, mejor quedarse con la experiencia que con la duda. Así habían decidido hacer su primer viaje por carretera como pareja.

El plan era simple. Una escapada romántica de tres días en unas cabañas en el bosque, a unas seis horas de camino en auto.

Para ambos era la primera vez que hacían un viaje así sin su familia o al menos un grupo de amigos, siendo solo dos contra el mundo. Pero juntos, el miedo era algo que no conocían.

Tal vez la expectativa, la emoción, o quizás la adrenalina de saberse solos enmedio de la carretera, con la libertad de hacer lo que les diera la gana.

Habían salido de la ciudad por la madrugada para llegar a su destino por la mañana, y estaban a mitad de camino. Faltaban un par de horas para que el sol saliera, así que eran solo ellos dos en una solitaria carretera a oscuras.

- ¿Estás despierto, o llevamos un fantasma a bordo?- Bromeó el rubio frente al volante al sentir una juguetona mano acariciando su muslo.

- Me atrapaste.- Rió el azabache en el asiento del copiloto, abriendo lentamente los ojos.

Nicolas continuó con el suave movimiento de su mano, por todo el muslo de su novio, hasta rozar la entrepierna, sacándole un pequeño respingo por la sorpresa.

- ¿Tienes idea de lo peligroso que es hacer eso en plena carretera?- Bromeó Linux, tratando de ignorar las caricias del contrario.- Nico...

- Vamos a buen tiempo... Podríamos hacer una pequeña parada.- Susurró el pelinegro, esbozando una seductora sonrisa felina.- ¿No lo crees?

- ¿Qué tienes en mente, minino?

- Exactamente lo que estás pensando.

Eso fue suficiente para convencerlo de orillar el auto y frenar. No eran tan descuidados cómo para correr un riesgo tan grande al volante.

Apenas fue seguro, Nicolas no dudó en quitarse el cinturón de seguridad y robarle un profundo beso a Linux. El español no tardó demasiado en corresponderle.

Pronto, el Omega pelinegro se las ingenió de algún modo para colar una de sus manos hasta la hebilla del cinturón de su Alpha, y desabrocharlo con suma facilidad.

- Espera, ¿de verdad quieres hacerlo aquí?- Preguntó con un pequeño sonrojo el Alpha.

- ¿Creiste que bromeaba?- Cuestionó con una sonrisa confiada el Omega.- ¿Tienes miedo de que aparezca un fantasma de la carretera o algo?

- Un fantasma no, pero un auto podría pasar en cualquier momento.- Rió el rubio.- Son solo un par de horas más para llegar, ¿no crees que puedas aguantar un poco más?

- Bien, aguantaré.- Accedió sorprendentemente fácil Nicolas, pero la sonrisa levemente maliciosa en sus labios era una clara señal de que algo tenía en mente.- Solo, si puedes aguantar esto.

- Nico, ¿qué...?

Antes de que pudiera terminar la pregunta, el Omega ya se encontraba agachado para ocultar su rostro entre sus piernas, soltando su cálido aliento sobre la delgada tela de la ropa interior.

El temor de que alguien los descubriera con las manos en la masa seguía presente, pero las ganas de dejarlo seguir y ver hasta donde era capaz de llegar, ganaron la discusión interna.

Le permitió seguir con su juego, sintiendo la lengua de su Omega. Sus dientes deshaciéndose de la última barrera entre su boca y el jugoso trozo de carne que ansiaba devorar. Y finalmente, la calidez de su boca engullendo todo lo que podía.

La deliciosa sensación, humedad mezclada con calor, y cómo lo apretaba y aflojaba a voluntad con los labios... Tuvo que morderse los labios para contener los jadeos, y hacer el menor ruido posible.

Seguía teniendo ese ligero temor de ser descubiertos y los problemas que podría generarles si a algún oficial de tránsito se le ocurría pasar patrullando en ese momento. Pero no quería detener lo que sucedía.

Quizás era la experta boca de su Omega, quizás era el espacio reducido, o tal vez la adrenalina de hacer algo prohibido... Era difícil saberlo con claridad al sentir el placer llenar cada célula de su ser, alcanzando la cúspide del orgasmo, derramándose en la boca de su Omega.

Su mente seguía dando vueltas, mientras su Omega le besaba los labios con suavidad, acariciando sus mejillas, hasta que su respuesta se calmó.

- ¿Y bien?- Rió bajo el Omega.- ¿Nos vamos?

- Espero que tengas energía para terminar esto al llegar.

- No tengas duda de eso.