Kinktober 2023. Saint Seiya Ships

16: Aniversario

Ship: Marín x Shaina

Palabra: Vibrador a control.
Universo Alternativo.// Normal AU.

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Un vestido entallado de color rojo con minifalda y escote de corazón sin tirantes ni mangas, zapatillas de tacón a juego, arracadas y un brazalete dorados, y su cabello cobrizo suelto y alaciado por esta ocasión especial.

Sin duda alguna, Marín era una mujer extremadamente hermosa, perfecta de la cabeza hasta la punta de los pies. Desde su hermoso cabello, hasta sus anchas caderas. No había parte de ella que no le gustara, y no disfrutara admirar.

La cena en el restaurante estaba en completa calma, saliendo tal y como lo habían planeado por meses. Su tercer aniversario, tres años siendo novias oficialmente.

Solo faltaba el postre...

- ¿Está todo bien, Marín?- Preguntó Shaina con una sonrisa felina.

La peliroja casi suelta su copa, y se removió en su sitio. Shaina notó como apretaba las piernas con timidez, mordiéndose los labios, a la par que un pequeño sonrojo aparecía en sus mejillas.

- Pareces algo... Agitada.- Siguió con su juego, apretando el pequeño control en su mano oculta bajo la mesa.

Marín dió un pequeño salto en su sitio, y se llevó una mano a la boca, seguramente tratando de contenerse.

Shaina decidió darle una pequeña tregua y bajar la intensidad del juguete, sin apagarlo por completo. Lo siguiente que sintió al alzar la vista para contemplar los resúmenes de su plan, fue a su novia devorándole los labios... Había funcionado.

- Vamos a casa.- Jadeó contra sus labios la peliroja.

- Aún falta el postre.- Rió coqueta.

- Te tengo algo mucho mejor.- Sonrió Marín, pasando su mano de forma sugerente por su escote.

No tuvo que pedírselo dos veces para solicitar la cuenta, pagar y manejar a casa a toda velocidad. Aunque, con un poco de calentamiento en el camino.

En el auto, no soltó el pequeño control, jugando con las velocidades en cada semáforo en rojo, aumentando y reduciéndola en cada uno, deleitándose con la imagen y pequeños sonidos de su novia.

Verla mordiéndose la muñeca, mientras apretaba las piernas, moviéndose en el asiento. Hasta comenzar a tocar su pechos por encima de la ropa en el penúltimo semáforo, y finalmente, comenzar a acariciar su entrepierna en el último antes de llegar a casa.

Al estacionarse, no dudó en saltar del asiento y correr al de Marín a toda velocidad, besándola con ansias, para después cargarla en brazos cuál princesa, y entrar a casa con ella, hasta su recámara.

Una vez a solas, no tardó en bajar el escote, dejando expuestos los senos de su novia, para besarlos, mientras los juguetes en su interior seguían haciendo su trabajo.

- Shaina...

Oírla gimiendo su nombre era la mejor de las sinfonías. Y no iba a detenerse hasta hacerla ver las estrellas.

La besó, al tiempo que alzaba su falda y bajaba su ropa interior ya completamente mojada, y una vez libre de las prendas, bajó hasta llegar a ese paraíso enmedio de las piernas de su amada.

Besó el interior de los muslos, su suave vientre, pasó ambas piernas por sus hombros, y finalmente, pasó su lengua por todo lo largo de su intimidad, sintiendo las vibraciones en el interior.

Decidió usar su boca para atacar sin piedad el punto G de su novia, lamiendo y succionando esa pequeña bolita de carne que enloquecía a cualquier mujer al ser estimulada. Mientras con sus manos apretaba los blancos pechos.

Marín solo podía gemir, pidiendo más, hasta finalmente alcanzar su límite, en un potente clímax.

Hasta entonces, Shaina finalmente apagó los juguetes, y procedió a sacar las pequeñas bolitas del interior de su hermosa peliroja, para después besarla.

Una noche de aniversario inolvidable, que recién comenzaba.