21: Lights down low

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Ship: Kardia x Asmita

Palabra: BDSM.
Universo de TLC.// Preguerra santa.
Advertencias: BDSM

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El Santuario por las noches cambiaba completamente. Era un sitio tranquilo, con un hermoso cielo abierto y claro, y el frío aire nocturno haciendo su recorrido. Un lugar casi idílico, ocultando todo lo que sucedía a puertas cerradas en más de un rincón.

- ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?- Preguntó Asmita, con el custodio de escorpio frente a él.

- Aún me debes una de esa misión.- Sonrió orgulloso el peli-violeta.- Además, ¿qué podría salir mal?- Añadió, acariciando la pálida mejilla de Virgo.

Asmita hizo gala de su arrogante sonrisa al sentir el tacto de Kardia e imaginar su expresión.

- Sabes bien que la delicadeza no va conmigo. Ni recibirla, ni darla.- Sonrió el blondo.- Esa vez solo me contuve porque podían descubrirnos, pero aquí nadie va a venir a interrumpir. ¿De verdad quieres correr ese riesgo?

- ¿Qué tanto podrías hacerme?- Retó el escorpión a la virgen con una pequeña risa.- Sabes que adoro los riesgos. Así que deja que tus acciones hablen por tí.

- Bien, pero después no digas que no te lo advertí.- Rió suave Asmita, poniéndose de pie.- Sígueme.

Kardia de inmediato obedeció la indicación yendo detrás de Asmita, recorriendo toda la casa de Virgo, hasta llegar a una sala que conocía a la perfección: la recámara privada de Asmita.

- Espera aquí.- Dijo Asmita, para después ir hasta la pulcra cama imperial que había enmedio de la gigantesca habitación.

No tuvo tiempo de renegar, así que solo acató la orden en silencio, observando con curiosidad al sexto custodio y cómo de un pequeño baúl sacó algunas cosas. Y después le dijo que se acercara.

Cuando estaba cerca, Asmita logró derribarlo con algo de fuerza contra su cama, para luego subirse encima de él.

Para cuándo reaccionó, ya tenía las manos atadas y sujetadas por encima de su cabeza por Asmita. Vaya que no se vio venir ese movimiento, ni que de un momento a otro, sus ojos fueran incapaces de percibir imagen alguna aún estando abiertos, pero sorpresivamente, no le desagradó en lo más mínimo.

- ¿Qué haces?- Preguntó con una sonrisa ansiosa, sintiendo los labios de Asmita en su cuello y sus manos quitando su ropa.

- Mostrarte un poco de mi mundo.- Respondió el rubio, dando una pequeña succión en la nuez de su cuello, haciéndolo jadear.- ¿Le tienes miedo a la oscuridad acaso?

Kardia solo sonrió, aún jadeando, permitiéndole llegar más lejos. No podía ver absolutamente nada, pero podía sentir el peso de Asmita sobre él, y todo lo que le hacía, sin poder preveerlo y solo sintiéndolo al momento. Además de que al estar privado de la vista, todo se sentía aún más fuerte.

- Levántate.- Le ordenó Asmita con un tono de voz que pocas veces le había oído usar.

No era alguien que obedeciera órdenes, pero en esa ocasión hizo lo que el rubio le dijo.

- De rodillas. Ahora.

De nuevo, acató esa orden tan rápido como pudo, aún con la dificultad de tener restringidas las manos para equilibrarse.

Podía sentir como su corazón se aceleraba y sus pulmones cada vez tenían más dificultad para mantener el aire dentro, jadeando por la emoción.

Cuando sintió a Asmita acariciando con sus dedos desde su entrepierna hasta su barbilla, sintió un pequeño escalofrío. Ni de chiste se vió venir que el blondo le sujetara el cabello para empujarlo hacia adelante con algo de fuerza.

Kinktober 2023. Saint Seiya Ships Donde viven las historias. Descúbrelo ahora