22: First Date

99 4 3
                                    

Ship: Defteros x Sísifo

Palabra: Látex.
Universo Alternativo.// Modern AU.// Normal AU.// Omegaverse.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

La cita había salido a la perfección, en contra de lo que sus nervios le hicieron creer. La cena estuvo deliciosa, y la conversación terminó tomando un ritmo muy natural, dejando en el olvido el nerviosismo inicial.

Al terminar la cena, salieron del restaurante y caminaron un poco por un parque, conversando amenamente bajo el cielo nocturno, después de comprar unos helados que disfrutaban juntos.

- Esta noche ha sido increíble, Sisifo.- Sonrió el Delta, después de reírse juntos de una broma absurda.- Gracias por invitarme.

- Gracias a tí por aceptar, Def.- Sonrió en respuesta.- Y supongo que a Asmita por ayudarme a decirte más de dos palabras.

Ambos se rieron un poco al recordar eso. Cómo el Omega rubio prácticamente terminó arreglandoles la cita porque ninguno de los dos tomaba el valor suficiente.

- Supongo que sí. Asmita es toda una caja de sorpresas.- Rió el peli-azul.- Irónico que tu ex te presente un amigo, ¿no crees?

- O que tu amigo te presente a su ex y te ayude a pedirle una cita.

Seguro que al rubio en ese momento le estaban zumbando los oídos, mientras hablaban de él. Pero la situación era realmente hilarante, y hacer bromas al respecto fue inevitable.

Cuando la risa pasó, se miraron sonriendo por unos segundos, antes de atreverse a darse un pequeño beso algo tímido. Para después separarse y volverse a sonreír como el par de tortolos enamorados que eran.

- ¿Quieres... Ir a casa conmigo?

- Claro.- Sonrió el Omega con un leve sonrojo, entendiendo el mensaje.- ¿Está bien si me quedo a dormir contigo?

- Por supuesto.

Durante todo el camino, los dos mantenían un suave rubor en las mejillas, acompañado de una pequeña sonrisa, nerviosos pero a la vez emocionados por lo que vendría. Mientras trataban de hablar de otros temas al azar para matar el tiempo.

Al llegar, tras cerrar la puerta y encender las luces, sus miradas volvieron a encontrarse, mientras estaban en la sala. Los dos querían lo mismo, pero ninguno se atrevía a dar el primer paso.

- Eh... Ahora que recuerdo...- Mencionó Defteros, intentando aliviar la tensión., mientras buscaba algo en un cajón de un buró de la sala.- Asmita me dió algo hoy. No tengo idea de qué sea, pero dijo que podría servir.- Añadió, tomando una caja forrada con papel de regalo en sus manos.

- Qué curioso. A mí me dió una caja exactamente igual y me dijo lo mismo.- Dijo el castaño, sacando una caja de la pequeña mochila que había llevado.- ¿Qué será?

Bien dicen que la curiosidad mató al gato...

Decidieron quitar el envoltorio a ambas cajas al mismo tiempo, notando de qué se trataban los dichosos regalos: cajas de condones de sabores, ambas con una pequeña nota con el mismo mensaje:

"Más les vale usarlos. No quiero lidiar con ustedes dos muertos de miedo de nuevo en un mes o menos porque se les olvidó comprar uno de estos. De nada por mantener alejada a la cigüeña."

Los dos se miraron por unos segundos, sin saber bien qué decir al respecto, aunque debían admitir que el regalo les acababa de salvar la noche. Los dos terminaron riéndose por la nota que Asmita había anexado, vaya que ese desgraciado los conocía bastante bien a ambos, se preocupaba por ellos y lo demostraba, a su peculiar y algo extraño modo.

La situación requería que alguien se atreviera a dar el primer paso y tomara el control. Defteros parecía algo inseguro, pero Sísifo entonces recordó las palabras de Asmita unos días atrás.

"Tienes un lado bastante seductor y salvaje, Sísifo. Así que solo no lo pienses demasiado, y deja salir a ese Omega sexy y atrevido que tienes dentro, y todo va a salir bien."

Quizás era una locura de la que terminaría arrepintiendose, pero quién no arriesga no gana. Así que decidió seguir el consejo de su amigo, y aplicar toda la práctica de ese ensayo.

- Bueno... Es de mala educación despreciar un regalo, ¿no?- Sonrió Sísifo, abriendo la pequeña caja en sus manos y sacando uno de los tres sobres en su interior.- ¿Puedo tener el honor?

Vaya que Defteros no se vió venir ese movimiento, pero asintió, aún algo tímido, siguiendo las indicaciones de Sísifo, yéndose a la recámara juntos, llevando los pequeños presentes con ellos.

Una vez a solas, los cálidos y suaves besos y caricias tímidas no se hicieron esperar, mientras la ropa poco a poco se hacía cada vez más escasa, con sus aromas mezclandose y los sonidos de sus bocas emergiendo.

Cuando el momento estaba cerca, Sísifo se separó solo para arrodillarse frente a Defteros, quedando enmedio de sus piernas.

El Omega tomó uno de los preservativos en sus dedos, abriendo con cuidado el empaque, extrayendo la pieza con el cuidado debido para evitar percances.

Una pequeña idea le cruzó por la mente, y esta vez no dudó en llevarla a cabo. Colocó el condón en la punta, y con sus labios se encargó de deslizarlo hacia abajo, hasta colocarlo por completo.

Pudo escuchar suspirar y soltar un pequeño gemido al Delta, y supo que había acertado en su decisión.

Pronto sintió el sabor artificial de cereza en su boca, y su deseo de hacer desear más a su amante se hizo presente. Lentamente deslizó su boca hacia arriba, para después volver a llevar todo hasta el fondo, usando su lengua y apretando suavemente con sus labios el glande al sacar y meter.

Logró lo que quería, escuchando jadear y suspirar a Defteros, y se atrevió a tomarle de la mano y colocarla en su cabello, dándole el permiso de marcarle un ritmo. El Delta dudó por unos segundos, pero al final cedió, aunque siempre con el debido cuidado de no lastimarlo.

- S-Sisifo...

Después de unos minutos, el primer clímax se hizo presente, llenando el preservativo. Por fortuna tenían aún cinco disponibles.

Un apasionado beso selló completamente el silencioso pacto, acompañado por caricias más atrevidas y sonidos menos tímidos.

Sísifo repitió la acción para colocar un nuevo preservativo, antes de volver a los brazos de su Delta y besarse mientras lo recibía en su interior, dando inicio a una nueva ronda.

La noche aún era joven, y contaban con cuatro preservativos. Que fuera el tiempo y su resistencia quiénes tuvieran la última palabra.

Kinktober 2023. Saint Seiya Ships Donde viven las historias. Descúbrelo ahora