El suave resplandor de la luz del sol de la mañana y una brisa fresca se filtran a través de la ventana abierta hacia la cocina. El puerto se extiende más allá del patio trasero, acentuando un cielo salpicado de hermosos tonos de rosa, naranja y azul. La brisa del mar y los veleros que se balancean en el agua me hacen sonreír. No disfruto particularmente de la navegación, ya que me mareo fácilmente en las olas, pero verlas me hace feliz. Muchos barcos significan muchos más ingresos para nuestra pequeña ciudad. Willow Bay es la ciudad costera más hermosa que sigue siendo totalmente original y poblada por tiendas familiares, casas encantadoras y atracciones de propiedad local.
Me alejo de la ventana y camino hacia la gran isla en el medio de la habitación, agarrando el control remoto de la radio. Aunque disfruto del suave y reconfortante zumbido del horno de fondo, prefiero tener algo de música también. Casi todo es mejor con música, especialmente hornear. Como hay una buena pila de masa esperándome, me lavo bien las manos y luego me sumerjo en la masa suave, todo mi cuerpo se relaja instantáneamente ante la sensación.
Durante los próximos minutos, estoy completamente concentrada en mi horneado. Es algo que me centra, no importa en qué estado de ánimo me encuentre. Una vez que estoy satisfecha con la masa, la corto en trozos iguales. La crema de avellanas es la siguiente, y la unto generosamente con un cuchillo, porque no hay tal cosa como demasiada Nutella. Después de doblar cada pieza para formar un tubo abierto, las coloco cuidadosamente una al lado de la otra en una bandeja de hornear. Como el horno todavía está ocupado, pongo la bandeja para hornear en el mostrador y paso a terminar un pedido de cupcakes. Al cabo de un rato balanceándome suavemente al ritmo de la música que viene de la radio, me sobresalto cuando la puerta trasera se cierra con un fuerte golpe.
- ¡Layla!
Hago una mueca cuando mi amiga grita.
- Hola, Molly - levanto la vista del glaseado y observo la mirada de mi amiga con las mejillas sonrojadas y ojos brillantes -. ¿Qué te tiene nerviosa?
Molly agita su tablet en el aire, aunque no puedo ver lo que está en su pantalla. Mi mejor amiga contiene el aliento aparentemente ha corrido hasta aquí para compartir la noticia.
- Entraste - resopla ella.
Simplemente le dirigo una mirada perpleja.
- ¿Entré en dónde?
- No dónde - corrige Molly -. ¡Qué eres finalista de Cocina en Willow Bay!
- ¿Soy qué?
Ahora estoy totalmente perdida. Todavía no levanto la vista de mis remolinos de cupcakes perfectos, demasiado cerca de terminar como para perder el enfoque.
- ¡Vas a estar en un concurso de cocina! - chilla Molly -. ¡Y tienes la oportunidad de ganar dinero!
Mis movimientos de glaseado se detienen sobre el último cupcake de vainilla del lote final.
- ¿Y cómo exactamente se ha ingresado mi nombre en esta competición?
- Te dije que compensaría ese horrible desastre de crema de mantequilla. Cuando vi el casting, supe que era perfecto - Molly ni siquiera tiene la decencia de parecer culpable -. ¿Qué? Hemos sido mejores amigas desde mediados de la secundaria. Creo que te conozco lo suficiente como para pasar un cuestionario.
- Exactamente. Me conoces desde la secundaria. ¿Por qué pensaste que me gustaría hacer algo loco como esto?
- ¡No es una locura! - Molly objeta -. Esta es una oportunidad fantástica para construir tu negocio y seguir viviendo del trabajo de tus sueños.
- ¿Exactamente qué tipo de concurso de cocina es? - ya sospecho y temo la respuesta.
Parece que Molly ya ha anticipado esa pregunta, hablando tan rápido que la mayoría de la gente no la entendería.
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El Ingrediente Perfecto
RomanceLayla finalmente es dueña de la pasteleria de sus sueños, pero la lucha por llegar a fin de mes podría arruinar todo. Cuando su mejor amiga Molly la apunta en un concurso de cocina, ella sabe que podría ser la única oportunidad de salvar su negocio...