Al día siguiente voy en bicicleta por el parque de la ciudad. Hace un precioso día de principios de septiembre, la brisa del mar aromatiza el aire salado con un toque de hojas de otoño que empiezan a arrugarse por la punta. Todo el parque está salpicado de olmos y arces, y todo está encerrado entre un bonito muro de piedra arenisca. Mi ánimo es resplandeciente mientras pedaleo por el parque. Hay que esforzarse deveras para sentirse triste en un día tan bonito como este.
Willow Bay, es una diminuta ciudad, encantadora como la que más, y tenemos unas preciosas vistas del mar. En el muelle, atraca un viejo bote y Rooker Smits, de ochenta años, asiente mientras lanza una cuerda a su bisnieto de cinco años, que ha estado esperando para amarrar el bote. Saludo a la madre del niño, que viste un uniforme de camarera y obviamente se dirige a trabajar ahora. Me dirigo hacia el pequeño puente peatonal, disfruto de los hermosos senderos que atraviesan el parque, y salgo a la zona verde frente a la pastelería, y todas las demás tiendas del diminuto centro de la ciudad: Willow Diner, el local junto a Donovans's y propiedad de la familia de Molly, el bar de Lenny, Angelo's Pizza y la floristería de Margot.
Desacelero mientras me acerco a la interdicción en el primer semáforo en rojo. Hay un gran edificio abandonado a la izquierda con su pequeño estacionamiento cubierto de maleza, su letrero de neón roto y el frente agrietado y desvanecido permanece vacío. La luz cambia y me voy por tres calles transversales y viro a la izquierda en un viejo y familiar edificio de ladrillos rojo. Nº12 está escrito en el hormigón en la parte superior. Llego al cruce de la calle principal hago sonar el timbre de la bicicleta antes de cruzar y entrar en el aparcamiento del ayuntamiento.
Hoy habrá un nuevo desafío de cocción rápida.
- Buenos días, chefs - dice Sophia después de entrar a la cocina junto a Adam -. El desafío de coccion rápida de hoy tiene que ver con vuestras habilidades. Para ser un buen chef la rapidez en la cocina es fundamental. ¡Bienvenidos a vuestra primera carrera de relevos!
Sebastian sonríe emocionado, ya ansioso por empezar. Creo que él esperaba que hubiera algo como esto para mostrar toda esa práctica. En cambio, yo cierro los ojos y respiro por la nariz, como me han enseñado en esa clase de yoga a la que asistí una vez hace un año.
- Dividanse en grupos de tres, por favor - dice Sophia.
Los chefs hacemos lo que nos piden; hago pareja con Sebastian y Amy, aunque sólo sea porque estamos uno al lado del otro. Alex va con Rashid y Sarah, mientras que Carlos, Eddie y Sean forman equipo.
- Cada uno de vosotros tendrá un papel en esta carrera de relevos - explica Adam, señalando cada uno de los elementos que tiene delante -. Uno de vosotros debe desmenuzar cinco pollos enteros; el segundo pelará diez patatas; y la tercera persona debe picar las cebollas hasta llenar estos recipientes.
Todos estamos nerviosos, nuestras manos dominantes claramente ansían agarrar sus cuchillos y comenzar. Miro a Alex, que parece más confiado que nunca.
- El chef Adam y yo revisaremos cada uno antes de que pueda irse la siguiente persona - finaliza Sophia -. ¡Vuestro tiempo comienza ahora!.
Me vuelvo inmediatamente hacia mi equipo.
- Dame patatas, el pollo tardará demasiado.
- Tengo pollo - se ofrece Sebastian.
- Ve - dice Amy, tomando su lugar al final para abordar las cebollas cortadas en cubitos.
Sebastian corre a su lugar, alcanzando su cuchillo y el primer pollo entero y crudo. Se pone a trabajar y lo desmenuza rápidamente. No presta atención a los otros chefs y lo corta limpiamente en alas, muslos, pechugas y piernas.
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El Ingrediente Perfecto
RomanceLayla finalmente es dueña de la pasteleria de sus sueños, pero la lucha por llegar a fin de mes podría arruinar todo. Cuando su mejor amiga Molly la apunta en un concurso de cocina, ella sabe que podría ser la única oportunidad de salvar su negocio...