Capítulo 22: Reflexiones de un Jōnnin

167 16 1
                                    

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Avatar: La Leyenda de Aang pertenece a Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko.


La Princesa y el Shinobi.

Resumen:

Durante su tiempo en prisión, Azula tuvo sueñosextraños y conocimientos de otra dimensión. Gracias a sus nuevos conocimientos,se otorgó la libertad y encontró el cariño y la compasión del Shinobi #1 CabezaHueca.


Kakashi estuvo pensando. Estuvo reflexionando, mientras mandaba a sus alumnos: Naruto, Sakura y Azula, a entrenar en el Campo de Entrenamiento #7, en donde se encontraba el monumento a los caídos. En donde se encontraba la memoria de Obito. —Lo vi... ese sujeto, intentó usar un poder de su Mangekyō, así que yo usé el mío. Sentí un... una especie de tirón gravitacional, por parte de su Mangekyō: intentaba absorberse a sí mismo, pero el mío lo detuvo. Algo así solo se lograría con... no. No es posible... Quizás... ¿Y si sencillamente, este sujeto robó su otro ojo? ―lo atormentó, recordar la roca que aplastó a Obito. ―Pero... pero la parte derecha del cuerpo de Obito, fue aplastada por una roca muy grande, es imposible. No.... no pudo haber sobrevivido, no hay forma. Nadie podría haberlo sacado de allí. Excepto que yo... era un mocoso, incluso más joven que mis alumnos. Durante la III Guerra Mundial Shinobi, apenas nos graduábamos de la Academia y ya portábamos muchos Jutsus. Quizás, si hubiera conocido algún Jutsu que creara pilares de roca, podría haber levantado esa roca y sacado a Obito de allí. ―Pensaba el apesadumbrado Jōnnin, mientras recordaba como intentó hacer que la memoria de Obito viviera, a través de Sasuke, quien terminó como un Nukennin, huyendo con Orochimaru, para vengar a su clan; miró hacía el frente, encontrándose con que sus tres alumnos: Naruto, Sakuray Azula, estaban entrenando duramente, pasando de Taijutsu a Ninjutsu. Ellos sabían, que ese enmascarado y lo que aún vivía de Akatsuki, intentarían algo, tarde o temprano, todos tenían que estar listos. Eran las ordenes de Tsunade-Sama, después de todo ―Los Uchiha... son portadores de la Maldición del Odio y los Senju (y por consecuencia, todos los habitantes de Konoha) de la Voluntad del Fuego―Se cruzó de brazos y los vio entrenar, mientras que sus palabras, recién pensadas, pasaban nuevamente por su cabeza. Cerró sus ojos con dolor, mientras derramaba una lagrima, al recordar como Obito le había enseñado, que las reglas no sirven de nada, si dejas morir a un amigo. Que el compañerismo es primero.


Recuerdo

Quien rompe las reglas es escoria. dijo Obito a Kakashi, con su Sharingan recién adquirido Pero quien abandona a un amigo... —apretó los puños ¡es peor que escoria, Kakashi!

Fin del Recuerdo


Soy peor que escoria... ¿verdad, Obito? —pensó Kakashi, estudiando a sus alumnos. A los que alguna vez, formaron parte del Equipo Kakashi. —Naruto... consiguió el poder de Jiraiya-Sama y quien sabe de cuantas otras personas, ha estado aprendiendo, estos tres años. Sakura... yo podría... yo debería de haberla ayudado, tuve tres años para esto y no lo hice. —apretó los puños, cuando esta teoría apareció. —Es imposible... fue aplastado. Y si lo fuera, ¿Por qué no regresó? ―recordó entonces, su combate contra los Shinobis de Kirigakure, quienes querían sellar al Sanbi dentro de Rin. ― ¿Será posible, que sobreviviera?, ¿es acaso posible, que sea este sujeto?, de ser así, debe de tener un enorme odio hacía Konoha, debido a la muerte de Rin. Culpará a Minato-Sensei también y atacó Konoha, con el Kyūbi. Pero si el objetivo final de Akatsuki, es reunir a los Bijūs... ¿entonces por qué no se llevó a Kyūbi?, ¿acaso buscaba destruir Konoha, por venganza?


Recuerdo

Yamato y yo, sentimos a un intruso y lo seguimos de cerca, hasta la casa de Naruto y Azula, allí, estaba aquel enmascarado de Akatsuki. Él... nos contó sobre la época en la cual se fundó la aldea, se autonombró como Uchiha Madara Tsunade y Shizune, abrieron los ojos, impactadas e incrédulas. Y aunque obviamente suena a fantasía, estoy casi seguro, de que se trata del mismo sujeto, que manipuló a Kyubi hace ya dieciséis años... incluso si carezco de pruebas. Pero... somos muy pocos, en quienes se decidió confiar, la auténtica causa, detrás de la muerte de Minato-Sensei. ¿Un sujeto que usa una máscara y solo puede ver por su ojo derecho?, no creo que dieciséis años después, alguien más se plante así sin más, en medio de Konoha y con las mismas características.

Fin del Recuerdo


Kakashi se acercó a sus alumnos y los instruyó en Doton y Raiton, comenzando también a enseñarles, Jutsus útiles en espionaje. Aunque el Jōnnin se desanimó un poco, cuando Naruto y Azula, admitieron que conocían, muchas de esas técnicas, así que entre los tres, estuvieron enseñando y aconsejando a Sakura, quien estaba radiante de alegría, de poder aprender tantas cosas.

Y no era solo el Equipo Kakashi, quien sentía que había algo en el aire... o, mejor dicho: en el ambiente.

La víspera para la IV Guerra Mundial Shinobi.


En un parque de Konoha, se encontraba la Godaime, acompañada por su amigo de la infancia, el Gama Sen'nin Jiraiya.

―Lo que dices, es una misión de rango SSS, Jiraiya. ―dijo Tsunade, dándole un trago a su botella de Sake. ―No permitiré que vayas solo. Necesitas de alguien, que mantenga a raya a Akatsuki. No tenemos ni idea de su poder, tienen inmortales de su parte, Uchiha Itachi fue un Akatsuki. Vuelve con vida. ―ordenó. ―Si te pierdo a ti también...

―Naruto está aquí para ti ―dijo Jiraiya, colocando una mano en el hombro de Tsunade, sonrojándola ―y Sakura también. Ambos, les hemos transmitido, todo lo que sabíamos. ¿Sabes cómo funciona tu sistema de juego de azar? Pon todo lo que tengas sobre mí. En que voy a morir. Tú siempre escoges la apuesta perdedora. Y a cambio: volveré sano y salvo.

Tsunade todavía estaba sonrojada, cuando lo miró. ― ¿Qué?

― ¡Estoy bromeando, ya me conoces!

―Si todo se ve mal, quiero que me envíes a uno de tus sapos. ―ordenó la Hokage ―Iré y te ayudaré de inmediato.

―La aldea no está acostumbrada a cambiar de líder cada pocos años, no puedes venir ―dijo Jiraiya.

―Naruto está listo, para tomar el sombrero y lo sabes ―dijo Tsunade, sonriente. Imaginándose a Namikaze Minato, Yondaime Hokage de Konoha, esposo de Uzumaki Kushina y padre del futuro Konoha no Orenji Hokage (Sombra del Fuego Naranja de Konoha).

Jiraiya comenzó a caminar hacía la salida de la aldea. Estaba tan concentrado, que no notó a una pequeña, diminuta y totalmente imperceptible babosa, sobre su pergamino de invocación.


Seis horas después, en Amegakure, un inocente sapo apareció y abrió su boca, dejando salir un brazo, luego otro, una cabeza llena de cabello blanco y el resto de un torso y de un par de piernas.

Jiraiya ingresó exitosamente en Amegakure, pero no se imaginaba, que acababa de ser percibido, nada más que por la constante lluvia, que daba su nombre a la aldea, en la cual ahora se encontraba.

La Princesa y el Shinobi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora