Capítulo 11: Una Cruel Verdad.

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Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Avatar: La Leyenda de Aang pertenece a Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko.


La Princesa y elShinobi.

Resumen:

Durante su tiempo en prisión, Azula tuvo sueños extraños y conocimientos de otra dimensión. Gracias a sus nuevos conocimientos, se otorgó la libertad y encontró el cariño y la compasión del Shinobi #1 Cabeza Hueca.


Al Equipo Kakashi, le entregaron la recompensa por la misión de salvar al Kazekage y traer el cadáver de Akasuna no Sasori (en suelo de Kaze no Kuni) y cuando regresaron a Konoha y dieron la recompensa por la cabeza de Deidara.

—Excelente trabajo, Equipo Kakashi dijo Tsunade, sonriendo con orgullo a los tres jóvenes. Rescataron al Kazekage, eliminaron a dos Akatsuki. Enviaremos la cabeza de Deidara a Iwagakure, para que sepan sobre su muerte y reclamar la recompensa los cuatro asintieron, mientras Tsunade pensaba: —Y vaya que Onoki sufrirá, al saber que fue el hijo de Namikaze Minato, quien asesinó a Deidara.


Iwagakure, oficina del Tsuchikage.

—Tsuchikage-Sama —Una mujer joven, ingresó en la oficina. Tenía el cabello negro corto, ojos rosados, vestida con una camisa roja con una manga en su brazo izquierdo, con un chaleco táctico de la Aldea Oculta de las Rocas de color marrón, medias de red con una falda roja y pantalones cortos sobre ellos. —Konoha acaba de enviarnos un pergamino.

El Tsuchikage, un anciano con una estatura bastante baja y con problemas de la espalda. Él contaba con una barba y un bigote triangular con esquinas angulares. Su rasgo más destacable, era su gran nariz roja y las cejas gruesas de forma rectangular. La parte superior de su cabeza está completamente calva, aunque tiene algo de pelo blanco en la parte posterior y los lados de la cabeza, la parte de atrás de la cual se ata con una cinta amarilla en un moño. — ¿Acabas de decirme, que tenemos correspondencia de Konoha, Kurotsuchi-Chan?

—Así es, Ojisan... Digo: Tsuchikage-Sama —la adulta, parecía francamente... tan preocupada como su abuelo. Cuando el Tsuchikage lo revisó y comprobó, que era un simple pergamino que contenía algún tipo de mensaje, pero de ninguna manera una bomba u otro tipo de armamento que fuera a significar un atentado contra su vida, entonces Onoki lo abrió. Una ceja subió, en Onoki y en Kurotsuchi. — ¿Un sello de almacenamiento?

—Kai —exclamó el Tsuchikage, liberando una nube de humo, cuando el humo se despejó, Kurotsuchi lanzó un chillido y el Tsuchikage frunció el ceño solo un instante, al reconocer a quien pertenecía el cabello dorado, solo agarró la mejilla de la cabeza cercenada, para estar absolutamente seguro. —Deidara. —Y comenzó a buscar en el pergamino, agarró la nota. Sus ojos se volvieron oscuros. —Con que... fue el hijo del Yondaime y su novia, quienes asesinaron a nuestro Nukennin, ¿Eh?

Kurotsuchi abrió los ojos, con algo de temor e incredulidad— ¿Lo fue? —ella había crecido con historias, sobre El Rayo Amarillo de Konoha, el Demonio Dorado de Iwagakure.

—Eso dice esta nota —replicó el Tsuchikage. Y no encuentro motivos, para que Senju Tsunade decida mentir o alardear. —Los dejaremos en paz. —el Tsuchikage supo, que escuchar esas palabras, trajeron calma para su nieta y se dio palmaditas en la espalda a sí mismo, por estos logros suyos —Enviaremos el dinero de la recompensa y los dejaremos en paz. —Kurotsuchi asintió, caminó hacía el frente, selló la cabeza y desapareció con el pergamino en un Shunshin, para llevarlo a la PolicíaMilitar de Iwagakure, para que ellos le entregaran la recompensa y enviarla aKonoha.

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