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ᴛÚ ʜɪᴄɪꜱᴛᴇ ᴇꜱᴛᴏ
┗━━━━୨♡୧━━━━┛— «Señor Russell... Señor...»
Respire agobiada debido a que el señor del otro lado de la línea no me dejaba hablar, y la expresión chistosa de mi jefe no ayudaba mucho a la situación.
— «Señor Russell...»
— «¿Es solo una hora? No lo sé, no lo recuerdo...»
— «Señor...»
— «¡Ah! Darcy querida, dime.»
Me aclare la garganta agradeciendo mentalmente.
— «Es su cena, es su evento, usted decide, si quiere posponerla esta bien, el señor Meyer no tendría ningún problema en reagendar hasta que usted solucione sus asuntos personales, así que no se preocupe por eso.»
— «Es que no quería quedar mal, le tengo mucho aprecio al joven Nathaniel.»
— «Y él lo aprecia por igual, señor Russell, le tiene mucho respeto y cariño, y por eso le aseguro de que no habrá ningún problema con él en reagendar.»
El señor Meyer asintió muy atento sin apartar la mirada de la mía.
— «Bueno, confió en tu palabra querida, Margot te enviara la nueva fecha en esta semana.»
— «Perfecto señor Russell, lo esperare, y que tenga un excelente día, recuerde tomar sus medicamentos y saludos a su hija de mi parte.»
— «Igual para ti querida.»
Colgué la llamada y me recosté en mi asiento mientras resoplaba, no entiendo como lo dejaban tomar un teléfono si apenas sabia como usarlo, a pesar de que era una persona más que agradable, de vez en cuando solía estresarte, y todo sin querer, eso lo comprendía viniendo de un señor entrado en edad.
— Necesito unas vacaciones después de esto — dije dramáticamente.
— "¿Tome sus medicamento y saludos a su hija de mi parte?" — Repitió mis palabras con una ceja alzada.
— El señor Russell y yo tenemos una excelente amistad, recuerde que siempre lo llama y yo soy la que termino teniendo conversaciones extensas con él, de hecho, a principios de la semana pasada me llamo en la noche por accidente, y pasamos horas charlando.
Torció sus labios como si no pudiese creerlo.
— Claro, pero a él le recuerdas tomarse sus medicinas, y eso conmigo no lo haces, y yo soy el que te pago el sueldo, y ni siquiera le mandas saludos a mis novias.
Rodé los ojos.
— Señor Meyer, usted no toma medicamentos, y sí me paga el sueldo, pero no para enviarle los buenos días a cada mujer que se cruza por su cama.
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Lujuria [Libro 1 & 2]
RomanceUna apuesta... ¿Seducir a tu jefe? ¿Qué podría salir mal?