🤍✨ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴ ɪ/ɪ✨🤍
⚠️ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ ᴀᴅᴜʟᴛᴏ ᴍᴏᴅᴇʀᴀᴅᴏ⚠️┏━━━━━୨♡୧━━━━━┓
ᴘᴀʀᴀ ɴᴀᴠɪᴅᴀᴅ
┗━━━━━୨♡୧━━━━━┛Era sábado, lo único que deseaba para hoy era descansar, dormir, despertar tarde; en cambio, tuve que levantarme a las cinco de la mañana para intentar hacer todas las responsabilidades de adultos que tenía pendiente. He estado más de siete horas en las calles, he ido a Brooklyn alrededor de dos veces por culpa de una tarada mal informada, creo que no he odiado tanto a nadie como hoy odio a esa chica.
Una vez di por terminada mi trayectoria me debatía en sí hacer una parada en el parque central, tuve antojos de una de esas manzanas acaramelas, la primera vez que comí una fue por Enrique, él ya tenía la costumbre de casi cada tarde pasar por ella.
Era muy tentador, pero luego de pensarlo mejor preferí no hacerlo, me sentía bastante cansada como para hacer más paradas, y tenía dos opciones, ir a mi departamento o ir con Nathaniel, podía quedarme con él el resto del día y luego ir a mi departamento, o también podría quedarme a dormir, a fin de cuentas, no parecía mala opción, aparte de que quería verlo, no he hablado con él desde ayer a las seis de la tarde.
Luche por no quedarme dormida el resto del trayecto hacia su casa.
Al llegar le pagué al taxista y bajé, subí al ascensor y marqué su piso, en cuanto las puertas se abrieron entre, me quité el abrigo y lo colgué en el perchero que estaba en la entrada.
— ¡Nath!
Esperé por una respuesta, la cual no llegó, por un momento pensé que quizás no estaba debido al silencio presente, pero luego escuché ruido a lo lejos.
Me dirigí hacia la sala de estar, con cada paso se escuchaba más, pero no se trataba de Nathaniel, si no de Beverly, su ama de llaves.
— Buenas tardes, señorita Darcy.
"Señorita" ¿alguna vez me había llamado así antes?
— Hola, ¿vengo de inoportuna?
— ¡Claro que no! Siempre es bienvenida, y ahora más.
"Y ahora más"...
— ¿Nathaniel está?
— En su habitación se encuentra.
Le di las gracias y camine en esa dirección, toque la puerta antes de atreverme a invadir su espacio, acerqué mi oído esperando escuchar su voz permitiéndome el paso, pero no escuché nada.
Entré sin más, aunque en un primer plano no lo vi, pero sí escuchaba murmuró provenientes de su clóset, curiosa me acerqué cruzando aquel umbral, y entonces sí lo vi, pero no estaba solo, Gabriel también se encontraba, tenía algo su mano que ambos veían a la vez.
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Lujuria [Libro 1 & 2]
RomanceUna apuesta... ¿Seducir a tu jefe? ¿Qué podría salir mal?