𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞

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┏━━━━୨♡୧━━━━┓ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ᴀᴘᴜᴇꜱᴛᴀ┗━━━━୨♡୧━━━━┛

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ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ᴀᴘᴜᴇꜱᴛᴀ
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— No tiene nada de malo, es solo un bono de regalo, además, me lo merezco, me esfuerzo mucho cada día.

Sasha levanto una de sus cejas de manera pronunciada.

Las había invitado a mi departamento para opacar un poco la presencia de David, les conté sobre lo sucedido esta mañana y claramente no podía faltar lo de la oficina, Cloe se mostraba asombrada por cada cosa alocada que salía de mi boca, sin embargo, Sasha, no parecía sorprenderle nada, de hecho, la primera reacción que ha tenido ha sido la de justo ahora.

— ¿Que? ¿No crees que me lo merezco?

— No digo que no, pero ¿no te parece muy generoso tu querido jefe? Digo, ese costoso vestido que compro en California para ti, para que lo usaras una sola noche, ¿ahora un bono de cinco grandes?... No lo sé, yo creo que ese enjambre quiere que lo agiten.  

— ¿Qué? — Murmuro Cloe.

Rodé los ojos a lo que dijo Sasha, aunque con todo lo sucedido y con lo irresistible que era Nathaniel Meyer no dudaría ni un segundo en hacerle el favor si de eso se tratase, pero no era el caso, de todos modos, era mi jefe y ya han sucedido suficientes situaciones bastante extrañas entre nosotros últimamente.

— Es mi jefe, Sasha.

— Pero no olvides que al final del día también es hombre, tiene ojos y por supuesto, como a cualquier mortal le puede el deseo, y por cómo vas vestida al trabajo dudo mucho que no te haya desnudo en su cabecita y haya practicado el Kamasutra en su imaginación.

Cloe inmediatamente hizo ojitos, una sonrisa traviese salió a relucir en sus labios. Notaba el atrevimiento en su mirada.

— Ay por favor, chicas... — Me queje.

— Es bastante guapo — afirmo Cloe con sus mejillas sonrosadas.

— Esa es una verdad irrefutable. — Sasha le dio la razón.

Sostuve el vaso con Borbone entre mis manos mientras cruzaba miradas con ellas. Las conocía bastante bien, apostaba la mitad de todo lo que tenía a que sabía lo que pasaba por sus cabezotas.

— Una de nosotras va a tener que follarse a Nathaniel Meyer, y no seré yo.

Lo sabía...

— ¡Sí! ¡Yo le hago el favor! — Con desespero Cloe apretó sus ojos y dio unos leves golpes sobre la mesa.

Podía ver la malicia y el atrevimiento en el rostro de Sasha.

— No así, abriré la ruleta en el teléfono y el nombre que salga tendrá que hacerlo, es válido pasarlo una sola vez sin importar quien, si te lo pasan no habrá vuelta atrás, debes de aceptar.

Lujuria [Libro 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora