Lujuria [Libro 1 & 2]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 & 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨

🤍✨ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴ ɪ/ɪ ✨🤍

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ᴜɴ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴄʜᴇQᴜᴇᴏ
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—¿Como lo llevas?

—Bien, supongo, ayer en la mañana tenía muchas náuseas, aunque creo que más se debía por la presión del trabajo; aparte de eso me siento un poco extraña, no he podido dormir por falta de sueño, tampoco he tenido muchas ganas de comer, y exactamente en la parte baja de mi vientre se siente un poco molesto.

La doctora asintió en respuesta a lo que decía mientras pulsaba el teclado en su laptop.

—Entonces me describes fatiga, insomnio, falta de apetito y; ¿molestia abdominal? Es muy pronto para que experimentes molestias en esa zona, ¿sangrado?

—No.

—¿Puedes subir a la camilla?

Hice lo que me pidió y me recosté, se colocó unos guantes y subí mi camisa un poco para que ella pudiese palparme. Efectivamente se sentía un poco incómodo.

—¿Sientes dolor?

—No exactamente, solo molestia.

Sus cejas se alzaron, alejó sus manos a la vez que se quitaba los guantes.

—Es muy pronto como para que sientas molestias, pero lo tendremos pendiente, a pesar de tu falta de apetito es importante que comas bien, hablo de alimentarte y que tomes tus vitaminas, el examen físico salió bastante bien, tu historial médico está limpio; recuerda que nada de alcohol, no fumar, no drogas, ¿entendido?

—Sí.

—¿Alguna duda que tengas?

No solo una, tenía varias, tomé este momento para charlar con ella aprovechando que Nathaniel me había dado un poco más de tiempo del indicado.

Una vez acabo la sesión la Doctora Elena me entrego los resultados de la segunda prueba de embarazo, con ella en mi mano tomé camino hacia mi trabajo, sin perder la costumbre hice mi parada de siempre en el Starbucks, yo había detenido la cafeína de mi parte por lo que solo hice el pedido de un solo café. Una vez pagué seguí, esperé el cruce y en cuanto la luz cambio a verde continue, crucé las puertas del edificio llevándome una pequeña sorpresa.

—Vaya, mira lo que trajo el viento ruso, ¿qué haces aquí?

Wyltz levantó la vista del aparato móvil en sus manos, su verde mirada me inspeccionó como siempre.

—Asuntos.

—¿Tiene que ver con Nathaniel?

Me acerque a las puertas de metal y pulse el botón para llamar al ascensor.