𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 & 𝐃𝐨𝐬

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🤍✨ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴ ɪ/ɪɪ✨🤍

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ᴘᴇQᴜᴇÑᴀ ᴅᴀʀᴄʏ
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Es para la señorita Darcy.

Escuché mi nombre y con cierta rapidez dejé el tenedor en el pequeño platillo en donde descansaba el pedazo de pastel con el que Natha me ha consentido hoy; llevé mis pies hacia el recibidor y asomé mi cabeza, pude ver al hombre de mi vida con una caja de color azul y lazo blanco; vi a Giancarlo subir al ascensor para marcharse, una vez lo hizo con emoción me acerqué.

Amaba los obsequios, por eso me encantaba tanto mi cumpleaños.

—¿¡Para mí!? —Exclamé con ansias.

Nathaniel asintió y me entrego la caja, la tomé con la intensión de agitarla, pero su mano me detuvo.

—No creo que sea buena idea que hagas eso.

—No, claro que no, podría ser algo de cristal —recapacité.

Eran las ocho de la mañana y era el segundo regalo que recibía en el día, el primero había sido del hombre maravilloso que venía detrás de mí, se trató de un vestido para esta noche.

Puse la caja sobre la mesa y deshice el nudo, estaba cubierto por papel blanco y sobre este había una carta, la tomé leyendo directamente el destinatario.

Www, es del señor Russell.

Lleva tres años recordando mi cumpleaños sin falta; es que todo en él me recordaba a mi abuelo.

«Feliz cumpleaños querida, ¿puedes creer que casi lo olvido? Por suerte pude conseguir algo digno de ti a tiempo, espero te guste y puedas disfrutarlo. Sonríe.»

-Arthur Russell.

Saqué el collar que llevaba varias piedras de color verde, también había un par de pendientes y brazaletes del mismo estilo.

—Es muy bonito. —Musité mientras lo admiraba.

—Es un lindo collar de esmeraldas... Empiezo a creer que Russell te consiente demasiado.

Exhalé una pequeña risa.

—Me gusta que me consientan.

—Lo tengo muy claro señorita vanidosa. —Presiono sus labios en mi cuello. —Estoy dispuesto a abrir otros obsequios antes de la fiesta, ¿Qué dices?

Fruncí mis labios.

—Es que aun debo arreglarme.

—Tienes muchas horas para eso, piensa que es a las seis pm.

—Síii... Pero es que debo estilizarme el cabello, depilarme, exfoliarme, hacerme las uñas, el facial...

—Treinta minutos, una hora como máximo. —Chupó mi piel haciéndome estremecer.

Lujuria [Libro 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora