Capítulo XI

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Lo sentí. Un cosquilleo en el vientre.

-Los últimos hoteles han sido todo un éxito -crucé mis piernas -Los huéspedes nos han catalogado como elegantes y detallistas.

Miré esos ojos que empezaban a llamar mi atención. El cosquilleo todavía seguía, no paraba, subía su intensidad.

-¿Qué hay de los n-nuevos proyectos? -casi suelto un gemido -Tengo entendido que el territorio es... En Arabia. ¿Hay planos del terreno y...ammm -más, cosquilleo, más intensidad, sus ojos. -...de que se busca o ideas s-si quiera?

-De hecho aún estamos en proceso de compra -me informa Axel -El vendedor todavía no dice un precio concreto, pero se estima que son quizá unos 20millones -mierda...

Humedad...
Si sigue así voy a...

Nada. No seguí sintiendo nada.

Miré en su dirección con odio. "Voy a matarte" le dije entre miradas, sonrió y siguió escuchando el resto de la reunión con normalidad. Miré unas veces más en su dirección, sus ojos puestos en mí siempre.

Horas antes de vibraciones
consecutivas y miradas en una
reunión importante...

-Caperucita -me llama -Es hora de ir al trabajo.

-Te dije que no ir... -toma mis tobillos con fuerza y me jala hasta dejarme medio cuerpo fuera de la cama -Hijo de perra!!! Sueltame, desgraciado!! -jaló mi cuerpo con poca dificultad y sin dejarme pensar bien ya me tenía sobre su hombro izquierdo -Bajame!!! No iré, no quiero hacerlooo!

Golpee su hombro y espalda, nada. Llevo apenas una de sus camisas, sin bragas, sin sosten. Deje de luchar cuando vi que no se inmutó con nada, lo vi abrir una puerta y caminar unos pocos pasó antes de soltarme sobre la cama, la mía.

-Está limpia y seca -maldito -Tienes una hora.

-¿O que...?

-Eres desesperante. No busques donde sabes que encontraras, Christina -salió de la habitación.

Me recoste en la cama por unos minutos, analizando mi existencia, recordando la noche anterior, recordando lo excitante de su lengua. Con una sonrisa enorme y dispuesta a recordar todo lo de la noche anterior entré a la ducha, lave mi cabello y deje el agua caer aclarando mi mente.

Un vestido negro, un par de tacones y... -Lo decía en broma la noche anterior, no pensé que se verdad lo habría- un vibrador color rosa pastel destacaba en las sábanas. Mordí mi labio y lo tomé. Me vestí por completo con un vestido pegado al cuerpo y que llegaba apenas arriba de mis rodillas, de tirantes gruesos y de escote cuadrado, haciendo que mis tetas se vieran apretadas y enormes; unos tacones a juego decoran mis pies.

Con una cierta incomodidad en el coño y lencería roja como ropa interior baje las escaleras con un bolso Dolce&Gabbana negro con toques plateados.

-Christina -me llama, su cuerpo está recostado en la isla de la cocina, con un traje azul, bastante oscuro, hecho a la medida-Te di una hora, no una hora y quince minutos.

Sunsets with you...   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora