Capítulo XII

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Aleixandre D'Angelo Moretti...

El cuervo busca la manera de parecer paloma, pero sus plumas nunca serán iguales.

La razón de Damien Luvokov para querer nuestras cabezas es ella, nadie más que ella. Nos matará a ambos sino empezamos a medir nuestros pasos, la matará a ella sino se dice la verdad dentro de poco, la maldita Bratva cortará su cabeza sino descubro que demonios tenía Gabriele con los rusos.

Veo su semblante tranquilo, respira con normalidad, sus ojos están perdidos en el cielo azul, volamos hasta Milán con la esperanza de entender que demonios pasó y por qué, no tengo paciencia a estas alturas para nada, miro los planos de una casa Luvokov tratando de entender como demonios podría causar una emboscada. Hay guardias por todos lados, hay seguridad hasta para respirar, los rusos son buenos pero yo dirijo la Casa Siciliana, la más temida mafia de Italia y todo Europa.

—Enzo —le llamo, de inmediato se acerca —. Lasst die O'Malleys kommen und Männer und Waffen mitbringen —si mi idioma llama la atención de Christina, quien está frente a mí, no me hace notarlo —Ich will fünfzig unserer besten Männer und Scharfschützen. Lassen Sie alle Russisch sprechen.

Esto es una guerra, una que voy a ganar así tenga que matar al mismísimo jefe de la bratva.

—Was ist mit ihr? Wirst du sie bei dir behalten oder soll ich sie woanders hinbringen? —¿Me está cuestionando?

—Nein, ich will es dort haben. —le digo rápido y sin mirarlo.

—Du wirst sie umbringen, du verdammter Idiot. —lo miro directo, sus ojos verdes aparentan ser más oscuros de lo normal.

—Er wird nicht sterben, nicht heute, nicht mit mir, nicht durch Bratva und schon gar nicht durch einen Luvokov. —le dejó claro todo, no estoy con humor de nada.

—Du führst sie in den Tod, sie ist das Ziel. —lo sé, pero no permitiré que eso pase.

—Enzo, es ist ein Befehl, verstehst du? —su expresión cambia a una más indescifrable, pero que interpreto como duda y, luego, concordancia —Kümmere dich um Ameliah und versuche nicht zu sterben. Verstehs, Bruder?

—Ja Bruder —acompaña sus palabras de un asentamiento de capeza.

Se levanta de mi lado y lo escucho hablar en ruso, irlandés e italiano al teléfono, sé que no está del todo de acuerdo con mis órdenes, también sé que en cualquier movimiento mal dado tomará a Christina y Ameliah y buscará la manera de sacarlas de la mansión y volver por mí, no es amigo, es famiglia, cumple órdenes y respeta decisiones para mí eso es la familia, alguien que te respeta y escucha, alguien que está y no se va.

Veo el semblante tranquilo y de ojos cerrados de Christina, está durmiendo, un vestido color blanco decora su cuerpo, se ve increíble, su cabello cae suelto y ondulado por todos lados, es suave, es largo, es perfecto para jalarlo en el sexo. Sus labios llevan un tono rojo que me parece erótico y sus uñas, ahora arregladas, un color rojo y blanco delicado y con un largo algo exagerado, lleva armas como uñas.

¿Cómo puede dormir tranquila cuando vive con asesinos? ¿Cómo puede conciliar el sueño después de acostarte con Il capo dei capi? No pone peros a nada, pero sé que no es por falta de ellos. No me dirije la puta palabra desde la cena hace unos días, no se qué demonios le dijo Isabella, pero parece un poco agotada de todo después de entonces. Sus movimientos han mejorados, ha sido capaz de mantenerle lucha a Cameron por unos minutos, sabe como golpear con fuerza, sabe resistir. Es letal aunque no lo crea, es un arma.

Sé que en sus extremos conocimientos de ciertos idiomas no se encuentra el Alemán, sé que entiende varias palabras, pero nada muy complejo, la he escuchado con el Checo e italiano, pero estaría fascinado si escuchara su ruso, árabe, francés, irlandés y chino. La veo dormir la que resta de vuelo, Ameliah y Enzo van hablando.

Sunsets with you...   (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora