Súper Gen

FLECHAS DE LUZ ESTELAR

Las dos bandas habían marchado por más de medio mes antes de alcanzar una montaña en la cual Han Sen nunca había estado.

Por el camino, Han Sen había entendido que verdaderamente había fuerza en los números. Ninguna criatura podía bloquear su paso con la lluvia de flechas de los arqueros y la carga de la caballería. Por supuesto, los adelantados los informarían si había manadas de criaturas fuertes delante de ellos y tomarían un desvío.

En el destino, Agujero de Diana se escondió en un acantilado y estaba listo para disparar a la criatura de sangre sagrada salida de su escondite gracias al equipo de Luo Tianyang.

El resto fue bajo la colina, y ya estaban listos para perseguir a la criatura.

Además de Agujero de Diana, Hijo del Cielo y sus hombres también se quedaron en el acantilado. Han Sen sabía que debían ser buenos en arquería porque había visto a Hijo del Cielo casi matar al asesino sangriento con una flecha antes que él se haga con su alma bestia.

Hijo del Cielo miró fríamente a Han Sen ya que había oído rumores sobre Han Sen siendo el chico juguete de Qin Xuan, lo cual le molestaba. Hijo del Cielo, ¿dónde están las flechas que acordaste en darnos? preguntó Yang Manli.

Era a Agujero de Diana a quien Hijo del Cielo realmente necesitaba en esta ocasión, ya que las flechas normales no dañarían a una criatura de sangre sagrada, y las flechas de hierro Z eran demasiado caras, Hijo del Cielo acordó en proveer a Agujero de Diana con las flechas que necesitaban para esta ocasión.

Hijo del Cielo sonrió e hizo una señal de manos. Sus hombres bajaron una caja de la espalda de una montura. Abrieron la caja y estaba repleta de flechas de Luz Estelar, cada una valiendo más de un millón. Estaban hechas por el grupo Starry con uno por ciento de hierro Z.

Manli, aquí están las cien flechas de luz estelar que acordamos. ¿Puedes distribuirlas entre tus mejores arqueros? dijo Hijo del Cielo sonriendo.

Yang Manli se volteó y empezó a llamar nombres. Ella misma tenía buenas flechas, también Liu Hongtao. Por lo tanto, planeaba elegir a cinco otros miembros de Agujero de Diana para que usen las flechas de luz estelar.

Pronto tuvo a cuatro personas escogidas y tras pensarlo un poco, miró a Han Sen y dijo: Y tú.

Han Sen estaba ligeramente sorprendido, ya que no esperaba ser elegido por Yang Manli. Pero esto era algo bueno, y Han Sen se levantó para unirse a los otros cuatro.

Cuando Yang Manli se estaba preparando para distribuir las flechas entre los cinco, Hijo del Cielo repentinamente preguntó macabramente: Manli, ¿estás segura sobre los arqueros?

¿Cuál es el problema? preguntó Yang Manli, mirando a Hijo del Cielo.

¿Cómo es que alguien como él está calificado para usar las flechas de luz estelar? preguntó fríamente Hijo del Cielo, apuntando a Han Sen. Yo lo elegí, y es por eso que está calificado respondió Yang Manli.

Hijo del Cielo miró a Han Sen con disgusto y le dijo a Yang Manli:

No estoy cuestionando tu decisión, pero esta persona no lo hará. Por favor reemplázalo.

Yang Manli frunció el ceño, pero sabía que esta campaña estaba dominada por Hijo del Cielo, ya que él lo había provisto todo. Agujero de Diana sólo estaba para ayudar. Así que, no podía negárselo.

Zhao Hua, ven aquíllamó. Yang Manli tuvo que dejar que Han Sen regresara al equipo. Hijo del Cielo siguió mirando a Han Sen fríamente.

Sen, tienes muy mala suerte. Tuviste la oportunidad de obtener veinte flechas de luz estelar y matar a la criatura de sangre sagrada. Ahora lo perdiste todo dijo Su Xiaoqiao con lástima.

Han Sen no se inmutó. Aunque era una lástima que no consiguiera las veinte flechas de luz estelar, tenía una flecha aún más fuerte en su aljaba. Aún tenía una oportunidad.

Cada uno de los arqueros tomó posición en el acantilado y preparó sus arcos y flechas, esperando que la criatura de sangre sagrada volase desde abajo.

Han Sen y Su Xiaoqiao encontraron un lugar cómodo. Repentinamente, Hijo del Cielo se dirigió hacia allí y les espetó:

¿Qué hacen aquí buenos para nada? Lárguense.

Luego, los hombres de Hijo del Cielo desplazaron a Han Sen y Su Xiaoqiao del lugar. Su Xiaoqiao los miró ferozmente con ira. Han Sen tomó de su brazo y dijo:

No importa. Vayamos por allá.

Se están pasando reclamó Su Xiaoqiao amargamente.

La venganza es un plato mejor servido frío. Sólo espera hasta que veas la cara de Hijo del Cielo cuando matemos a la criatura de sangre sagrada lo animó Han Sen, sonriendo mientras caminaba al otro lado con Su Xiaoqiao.

No es tan fácil. Este acantilado es ancho y los hombres de Hijo del Cielo están esperando del otro lado. Si la criatura de sangre sagrada fuera por su lado, estaría muy lejos de nosotros. Incluso si sólo fueran trescientos pies de nosotros, ni siquiera podríamos herirla sin flechas de luz estelar. Básicamente, sólo somos un señuelo, una distracción replicó Su Xiaoqiao, sonriendo sarcásticamente.

Tú tienes dinero. ¿Por qué no compraste unas cuantas flechas de luz estelar? preguntó Han Sen, mirando a Xiaoqiao sin entender. Recordó que Su Xiaoqiao era muy rico. Un millón no debería ser nada para él.

¿Para qué necesito esas? Son desquiciadamente caras y puede que ni siquiera las recupere. Un millón cada uno, y probablemente necesites disparar siete u ocho antes de que puedas golpear algo. No hay garantía de matar nada tampoco. Preferiría gastar el dinero comprando carne de criaturas mutantes contestó. Luego, Su Xiaoqiao bajó la voz y dijo: Ahora el hierro Z está extremadamente sobrevaluado. Como el joven maestro del Grupo Estelar, Hijo del Cielo es dueño de minas y fábricas de hierro Z. Así que no necesita gastar mucho en estas flechas, ya que el costo de cada una es a lo sumo diez mil.

¿Tienen ganancias tan grandes? inquirió Han Sen, sorprendido.

Bueno, ahora las minas de hierro Z han sido monopolizadas por unos cuantos grupos. Además las tecnologías de fabricación no están listas para producir una aleación alfa con más de 5 por ciento de hierro Z. Por alguna razón, la aleación alfa se vuelve tan frágil como vidrio si el contenido de hierro Z excede 5 por ciento le explicó Su Xiaoqiao a Han Sen.

Mientras los dos estaban hablando, repentinamente escucharon un aullido como de un dragón bajo el acantilado. Tomando sus arcos, miraron abajo del precipicio.