Capítulo 8

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-Sabes Daniel... Hay algo que quiero que hagas por mí, no será algo malo así que no te preocupes, la única pregunta que te tengo que hacer es ¿Aceptarías? -La mirada de confusión estaba presente en el rostro de Daniel. -Te ves tan lindo con esa mirada confundida. Primero acabemos de desayunar y luego te lo diré, es solo una petición. No te forzaré a hacer algo que no quieres. No te pongas ansioso y no lo pienses tanto ¿Sí? -Noboa asintió con la cabeza y trató de relajar la mirada, no sabía si ponerse más nervioso ante lo dicho por Jan. Pero si había dicho que no era algo malo, estaría dispuesto a darle una respuesta afirmativa a su petición mientras terminaba de desayunar. 

9:00 Horas AM

-Aaay Jan, te juro que jamás había desayunado tan bien. Me he llenado y aah que delicia es comer algo preparado por tí, se te da bien cocinar. 

-¿Ah sí? Debería venir más seguido a tu casa entonces, claro que vendré con tu invitación. -La risa de Jan hizo que Daniel lo mirara, escuchar esa risa era la melodía más hermosa y reconfontable . Escucharla hacía que su corazón se llene de felicidad, esa risa era capaz de iluminar por completo sus ojos. Las facciones que se formaban en su rostro al reírse era lo más lindo que había visto en su vida. Podría pasar horas escuchando esa risa y jamás se cansaría. Hacía que se desconectará del mundo. 

-Jan ¿Te han dicho antes que tu sonrisa y risa es lo más hermoso de este mundo? 

-¿Qué..?  -Las caras de ambos se sonrojaron al instante, Daniel se había avergonzado porque lo había dicho sin pensar y Jan porque Daniel lo había halagado. 

-Por Dios ¡No! O sea, tu sonrisa y risa son lindas solo que... No estoy diciendo que no lo sean, lo son pero es que pues. -Jan se había percatado de lo que estaba pasando y no desaprovecharía esa oportunidad de coquetear con Daniel un poco más. Se levantó de su asiento y se acercó a Noboa para tomar suavemente su rostro con sus dos manos y hacer que se miraran fijamente mientras que una sonrisa más un sonrojo notorio acompañaba el rostro de Jan. 

-No Daniel, no me lo han dicho, eres el primero en decírmelo, gracias por el cumplido. Me hace muy feliz que tú me lo digas. -Las miradas de ambos se cruzaron, Daniel notó la sonrisa y el sonrojo en el semblante de Jan, fue detallando sus facciones lentamente, pero su mirada se posó en los labios de Topic. "Me condena probar tus labios... Tan solo, si podrías acercarte un poco más. Sólo un poco más, Jan..." Las pupilas de Daniel delataban lo que quería hacer. Jan se percató de aquello así que decidió acercarse un poco más, no estaba del todo seguro aumentar la tensión, pero tomaría el riesgo. 

-Daniel, no te forzaré a nada que no quieras. Mucho menos ahora que me has dado la oportunidad de poder conquistarte. No quiero correr el riesgo a que no me dirijas la palabra. Me asustaría que no habláramos más. -Los nervios en Jan eran demasiado evidentes. Un movimiento en falso y perjuraba que dañaría el gran avance que había logrado con Daniel. Si lo hacía, debía asumir sus consecuencias pero no tomaría ese riesgo, a menos que él se esforzara un poco más en darle una señal; o aún mejor, que lo hiciera por si mismo. Pasara lo que pasara no lo dejaría ir, no otra vez. Esta vez lo haría diferente, solo quería que Daniel no se sintiera forzado a nada, aún así sea un simple beso.

-Entonces lo harás Jan... Quiero decir ¿Podría tocar tus labios con los míos? 

-¿Daniel..? 

-Quiero decir, no lo haremos si no quieres y así olvidas esta situación antes de que se torne incómoda entre nosotros. 

-Soy tuyo Daniel, haz conmigo lo que se te plazca. 

Los ojos de ambos volvieron a encontrarse, mientras las manos de Jan acariciaban suavemente su rostro para luego acariciar sus labios. 

-¿De verdad quieres hacerlo? 

-Oh por Dios Jan, guarda silencio ya, si quiero hacerlo. 

Daniel agarró la cabeza de Jan y la acercó a la suya con una fuerza tenue, lo que comenzó como un suave roce se tornó una suave caricia. El tiempo pareció detenerse para ambos, solo existían los dos. Un torbellino de sentimientos y una anticipación que había estado creciendo con cada mirada y cada roce anterior. Cuando finalmente esos labios se toparon, fue como si dos almas se encontrarán y se fusionarán en un instante mágico. La suavidad de sus labios y el aliento cálido hacía que ambos se sintieran completamente vibrantes y vivos, ese beso fue una declaración de deseo y una conexión profunda que trasciende las palabras. Podían sentir las emociones que desbordaban de sus corazones y como cada latido se fusionaba con el del contrario. Era un momento mágico y memorable que se estaba grabando en el corazón de ambos; era una sinfonía de emociones que se desencadenaron en un instante. Ambos sentían una mezcla de mariposas en el estómago y una sensación de plenitud que llenó todo su ser. Su primer beso fue como un destello de fuegos artificiales en una noche estrellada... Cada segundo previo al contacto de sus labios se sintió como una eternidad, llena de anticipación y mariposas en el estómago. Fue un momento suspendido en el tiempo, donde el mundo entero desapareció y solo quedaron ellos y solo ellos, sus labios bailando en una sinfonía de deseo y amor fue suave como la brisa del explendido, calmado y relajado mar. El sabor de sus labios era único y embriagador, como si estuvieran descubriendo un nuevo mundo. Cada roce y cada suave suspiro se convertía en una forma de comunicación silenciosa que habla de deseo y amor profundo. Los ojos se cerraron instintivamente, permitiéndose concentrarse aún más en la sensación del beso y la conexión emocional que comparten.



El primer beso con la persona que amas es inolvidable y deja una huella eterna en tu corazón...

Mi querido candidato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora