Mi querido candidato.

Capítulo 16

16:00 Horas PM Durán-Guayaquil

-No sé por qué el señor Noboa aún no despierta. Me estoy preocupando niña. Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

-Me llamo María señor, no se preocupe, sé que no le impactó ni una sola bala.

-¿Cómo estás tan segura?

-Porque su cuerpo no está sangrando y también corrió hasta el coche sin detenerse. Los nervios lo atacaron.

-¿Qué sabes tú chiquilla? Eres solo una niña, pero... Vivir en este cantón es una maldita soga en el cuello.

-Bueno... Cuando mataron a mi papá por tratar de protegerme... La bala que le impactó hizo que cayera al piso en menos de un minuto. Y si es que piensa preguntarme, sí, lo mataron frente a mis ojos señor.

-Por Dios... Pequeña María ¿Cúantos años tienes?

-Tengo 9 años.

-Tienes la misma edad de mi hija...

-¿De verdad? ¡Quisiera conocerla! No juego con niños de mi edad debido a que trabajo para que mi abuela satisfaga sus adicciones.

-Mi hija murió en un accidente de tránsito junto a su mamá hace varios años atrás. Y antes de que me olvide ¿Tu abuela sabe que es una mierda?

-Si... En la última discusión que tuvo con mi papá, él se lo dijo y amenazó con echarla de la casa. Ella lloró y le imploró dejarla quedarse hasta le dijo que dejaría las adicciones que tiene.

-¿Tu padre tenía problemas con alguna banda?

-No, lo mataron porque se negó a entregarle el dinero que había ganado trabajando el día de hoy. Quiso compartirlo conmigo porque era su única hija. Estaba feliz yendo a comprar regalos para la abuela y dulces para mí pero ahora vivo en la casa de mi abuela y yo mantengo la vivienda.

-Perdóname por hacerte rememorar ese momento.

-No hay que perdonar, todos los niños sufren esto en cualquier parte del país ¿No?

-Ojalá pudiera decirte que no niña, pero es cierto, el país está jodido...

-Oh mire, se está moviendo.

-¡Señor Noboa! Oh Dios, pensé que moriría a mi cargo.

-Mi cabeza da vueltas... ¿Qué fue lo que ocurrió? Una niña... ¡La niña! ¿Dónde está la niña, Manolo?

-Se llama María... Está allí. -Me señaló a un costado dentro del coche. -Estaba preocupada por usted.

-¿Te encuentras bien? ¿No te sientes mal? ¿Te duele algo?

-Señor estoy bien, no es algo que yo ya no haya vivido antes. Las balaceras están presentes en cada momento de mis días. -Sonrió.

Miré a Manolo y el solo pudo darme una sonrisa amarga, parece que han tenido una conversación muy dolorosa antes de que yo recobrara mis sentidos... Es íncreible toda esta situación, suspiré y rodeé a María con mis brazos. Sabía que no estaba bien emocionalmente, la mirada perdida que tenía cuando me la traje al coche me decía otra cosa. 

-¿Señor? 

-Tranquila, ya todo pasó y todo pasará. Créeme. Lo malo nunca será para siempre.

Sentí como sus pequeñas manos se aferraron a mi chaleco y oí sus pequeños sollozos, mi corazón se estrujó y solo pude abrazarla un poco más fuerte. Temblaba del miedo en el fondo me preguntaba cuanto tiempo había sido tan fuerte para darme una sonrisa así después de vivir una balacera. Al alzar la mirada solo pude encontrarme a Manolo con una mano en el rostro cubriendo sus lágrimas... No era por el susto, era por María. Sé que recordó a su hija. 

-Regresaré a la caravana. -Ambos me miraron incrédulos.

-¿Está loco? -Dijeron al unísono, ambos están conectados.

-Quizás -sonreí. -Pero no les voy a dar el gusto de que me estén ahuyentando. Quiero hacerles saber que conmigo habrá un plan de seguridad bien estructurado para ver si trataran de seguir haciendo este tipo de actividades delictivas en mi mandato.

-Señor... Es un ángel. Sonríame siempre. 

-Manolo, me estás poniendo muy nervioso con tus comentarios. -Todos reímos en el coche. -Bien, un segundo María. Debo publicar esto en X.

-¡Listo! María ¿Quieres regresar a tu casa con tus familiares? 

-No quiero. -Me sobresalté al ver que se aferró aún más a mis brazos. -Sé que mi abuela me obligará a salir de nuevo a pedir limosnas o a vender dulces en cada esquina.

«Explotación infantil...»

-Manolo... ¿Crees que podrías cuidar a María por mí mientras se termina todo este problema de la campaña?

-¿Me llevaran con ustedes? -Sus ojos brillaron.

-¿Quieres? Pero sabes, esto será un tema muy complejo para tí pero... Creo que me tomaré el atrevimiento de hablar con tu tutora para ver si nos da la custodia. 

-Señor Noboa, usted es un ángel. 

-Por favor no llores, Manolo... ¿También estás llorando?

-Es que es muy... Usted es muy amable.

-Regresemos a la caravana hasta mientras -sonreí. -Terminaré lo que empecé.

Miré mi celular, creo que mi papá aún no sabía nada pero no tardaría en hacerlo ya que el Tweet confirmaba un ataque. Se pondrá como loco. Y con respecto a Jan... No le dejaré un mensaje confirmando si estoy bien o no, es muy complicado de entender. Pero quiero que me busque, ocasionaré uno que otro problema con esto pero, ojalá logré disipar este mal pensamiento, de todos modos; apagaré el móvil.

El coche se puso en movimiento, María me seguía abrazando y Manolo estaba feliz con la decisión, creo que en su corazón, había aceptado a María como una niña a la que cuidar, tenía tiempo que no había visto esa sonrisa en él. Espero estar haciendo lo correcto.

No pasó mucho tiempo hasta que encontramos la caravana, salí de el coche, no duré ni un solo minuto fuera agarrando aire fresco ya que quería entrar nuevamente. Cada persona presente en el lugar me estaban asfixiando con sus preocupaciones. Pero me alegraba saber que existe gente que se preocupa por mí como persona y me valora como candidato. Haré que Ecuador confíe en mí y me elija como su representante a nivel nacional y cumplir el mandato 2021-2025. Nuestro país es megadiverso, un lugar turístico tan atractivo. Me aseguraré de que esto no sea dañado debido a las bandas. Haré hasta lo imposible por mantener las sonrisas de cada compatriota en el país, Ecuador volverá a la seguridad de antes.

La caravana fue de maravilla luego de esto, mis compañeros denunciaron el hecho sucitado momentos antes pero los agentes denominaron esto como un "encuentro entre bandas", mis compañeros insistieron en que era un atentado pero ellos aseguraron que el ataque no iba dirigido hacia nosotros. Lo dejé pasar. Solo quería llegar a casa y estar en los brazos de Jan.