Capítulo 14 (+18)

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Nota: Ya se la saben, es el capítulo anterior pero solo la parte del... Bueno lo que ya sabemos jajajaja y la parte en francés no se preocupen que no fue inventado, Topic habla francés.




-Nunca lo he hecho, cuídame ¿Sí?

-Oh Dios... Sabes lo que estás provocando en mí ¿No es así? -Tensé mi mandíbula y apreté mis manos hasta que mis nudillos se notasen blancos. -Espero a que te hagas cargo de la situación.

-Debemos afrontar las situaciones que se nos presentan ¿No?  -Me dió una sonrisa pícara.

-Me vuelves loco. -Le devolví la misma sonrisa y le tomé el rostro con una mano haciendo que quedara a centímetros de mí.

-Ya lo sé, y lo peor es que te gusto de todas formas. -Me quedó mirando a los ojos, luego ví como se deslizaron a mis labios. -No vas a... ¿Besarme?

-Mon amour -reí. -Ne me demandez pas quelque chose que je veux tellement faire..

Mi amor, no me pidas algo que tengo tantas ganas de hacer.

Le sonreí y choqué sus labios con los míos, ese dulce sabor que jamás me cansaré de probar. El beso era lento y algo torpe, estaba pensando en que quizás eran los nervios. Detallé su cuerpo con mi mano, su cintura me mataba. El pequeño cuerpo que tiene me hace pensar en las cosas más impuras existentes.

-¿Vamos a mi cuarto? -musitó con un tono nervioso mientras trataba de evitar mi mirada. 

-Que gran invitación -sonreí y le pasé una mano por la cintura en señal positiva. -Guíame.

Asintió con nervios y me dirigió a su cuarto, entre miradas fugaces nuestros ojos se chocaban entre sí para luego voltear con nerviosismo a cualquier lado, el camino a su cuarto no se me hizo eterno, puesto que ya había dormido allí, el entorno era familiar, llegamos y detalle el lugar. No había podido hacerlo cuando llegué aquí por primera vez, un ambiente de descanso muy particular, una paleta de colores muy relajante; un tono gris muy suave, que crea sensación de calma y serenidad a la habitación y sumando una iluminación suave y regulable. Era demasiado acogedora.

-Perdón estoy nervioso -declaró. -Quizás suene como un matapasiones pero soy un inexperto en esto.

-Daniel... -reí. -¿Quieres experimentar esto con alguien qué podría ser inexperto también?

-Me siento seguro contigo, hagámoslo.

Me acosté en su cama haciéndole una invitación a que se recostara en mi pecho, me miró, suspiró y lo hizo. Lo rodeé con mis brazos al sentir su calor corporal sobre mí, inhalé ese olor que tanto me atrae, estuve así por unos segundos hasta que miré sus labios, un poco entreabiertos, siempre siendo tan tentadores. Los acaricié con una mano haciendo que me mirara, sonrió y me besó. Pude fundirme en esos labios otra vez, jamás me cansaría de ello. No fue subiendo de intensidad tan pronto, fue un beso delicado. Pero aquel beso desencadenó una serie de respuestas físicas y emocionales de ambos. 

Mis manos se deslizaron bajo su ropa y fui acariciando su marcado abdomen, subiendo hasta sus pectorales, mi curiosidad fue grande y lo pellizqué, un gemido chocó contra mis labios y sonreí. Seguí moviendo mis manos con avidez hasta que un jadeo se escapó de mis labios. Daniel se estaba frotando contra mí erección. 

-Jan...

Me miró, entendí por sus ojos que quería más, mucho más. Lo tomé de la cintura y suavemente lo coloqué abajo de mí. Mis manos bajaron a sus muslos y los acaricié en señal de querer bajar su pantalón. Me entendió y lo hizo, pude ver sus muslos. Sonreí, pasé mis manos por ellos, detallándolos . Bajé mi cabeza y los besé suavemente. Poco a poco me fui acercando a su entrepierna. Observé sus reacciones cuando me quedé a pocos centímetros de su miembro y succioné su muslo derecho, sentí como se estremeció hacia mí. Le dejé una marca.

Mi querido candidato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora