Capítulo 10

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-Te permito lo que quieras, candidato Jan Topic Feraud. Creo que siento lo mismo por tí.

«Me quedé atónito al escuchar aquellas dulces palabras de la boca de Daniel. Cuando la persona que amas te mira con ojos llenos de cariño y ternura, es como si el mundo entero se me está iluminando, el corazón me está latiendo con una alegría indescriptible. Su rostro... No, no es su rostro; es él. Todo él, todo lo que se relaciona con él hace que mi corazón lata con fuerza, es él, él en escencia, es Daniel él único que me hace y me hará sentir así.»

-Daniel... ¿Puedo acercarme a tí para poder abrazarte?

-Deberías dejar de preguntarme cosas que te mueres por hacer, nadie te lo impide Jan.

-Solo quiero asegurarme de que es real.

La risa de Daniel inundó sus oídos, ese sonido tan melodioso que jamás se cansará de escuchar, aquella risa que podría ser capaz de alivianar cada uno de sus problemas. Su risa es única, una mezcla armoniosa de tonos que bailan en el aire. Comienza suavemente, como un suspiro de alegría que se escapa de sus labios, y luego se intensifica en una carcajada contagiosa que ilumina su rostro. Sus ojos brillan con diversión, y su sonrisa es como un faro de felicidad que ilumina su rostro. -Está bien, está bien, tienes permiso para hacer lo que quieras. Acércate.

-La certeza de que mis sentimientos son mutuos se siente como un abrazo cálido que envuelve por completo mi ser. Es como si el peso de la incertidumbre y la duda se desvaneciera por completo. -Jan se había acercado para tomar a Daniel delicadamente de la cintura y acercarlo a su  cuerpo mientras su cabeza cayó suavemente sobre el hombro de Daniel a la vez que soltaba suspiros; sentirse correspondido por la persona que ama estaba sintiéndose como experimentar la paz y la dicha en su forma más pura.

Jan alzó la cabeza y depositó su mirada lentamente para observar los ojos de Daniel, mirar a los ojos de la persona que ama, hace que se sumerja en un mundo de conexiones emocionales. Sus ojos, las ventanas de su alma, revelan una riqueza de emociones y sentimientos que son difíciles de expresar con palabras. En ese momento, sentían una conexión profunda y sincera que trasciende las barreras del tiempo y el espacio. Ambos podían ver el brillo de la felicidad cuando sonríen, la chispa de la pasión cuando se encienden y la ternura cuando ambos se veían con cariño. Sentían una sensación de seguridad y calma. Es como si todo estuviera en su lugar y el mundo se detuviera por un momento una vez más. La tensión emocional crecía, el aire se cargó con una electricidad palpable.

La mirada se había tornado intensa y profunda, como si estuvieran tratando de leer el alma del otro. Los ojos se convirtieron en ventanas a la emoción y la pasión que sentían en ese momento. Podían ver el deseo, la ternura y la anticipación en sus ojos, y se habían percatado de que el beso que se haría presente sería especial y significativo.

-No preguntes si puedes besarme, ya sabes la respuesta.

-¿Cómo sabías que te iba a preguntar eso?

-Basta con mirar tus ojos, tienen una calidez acogedora y una profundidad que invita a perderse en ellos ¿Lo sabías?

-¿Te gustan mis ojos? -Jan se había acercado lentamente para quedar a solo pocos centímetros de los labios de Daniel.

-Observarlos es como descubrir un tesoro de sentimientos y experiencias. Me encantan. -Daniel había sonreído al sentir la respiración de Jan contra la suya, aquella sonrisa fue correspondida.

-Es bueno saberlo, a mí me encanta todo de tí, querido candidato. -Los labios se acercaron lentamente, como si fueran imanes que se atraen inevitablemente. El susurro de sus alientos se entrelaza, creando una sinfonía de emociones compartidas. El mundo se desvanecía a su alrededor. La sensación suave y apasionada al mismo tiempo, un recordatorio tangible de que los corazones se han unido en un lazo profundo. Aquella sonrisa fue una invitación y no espero más para ejercer ese roce que se había vuelto uno de sus favoritos. El dulce sabor de la boca de Daniel era genuino. 

Las manos de Daniel habían subido a la cabeza de Jan para profundizar ese roce, los corazones laten al unísono, como si estuvieran marcando el ritmo de esta danza emocional. Los labios, suaves y cálidos, se presionan el uno contra el otro con una intensidad ardiente. Es un encuentro que se siente como una fusión de almas, donde los cuerpos se acercaban con urgencia y deseo. La respiración se aceleró, y los suspiros entrecortados son la banda sonora de ese momento apasionado.

Las manos de Jan exploran con avidez, acariciando, agarrando y atrayendo a la otra persona aún más cerca. Los dedos se enredan en el cabello, los hombros y la espalda, creando una sensación de posesión y conexión irresistible. Cada contacto eléctrico envía escalofríos de placer a través de todo el cuerpo. La lengua se une al baile sensual, explorando y compartiendo el sabor y la textura de la boca del otro. Al separarse, aquel par quedó con los labios hinchados, los cuerpos vibrando y el alma en llamas, ansiosos por más. 

Jan comenzó a besar suavemente las mejillas de Daniel, se acercó y le mordió delicadamente el lóbulo. El cual hizo que tuviera una respuesta física inmediata del cuerpo de Noboa, un sonido melodioso había salido de sus labios, aquel sonido emocionó un poco más a Topic quién dejó un camino de besos hasta llegar al cuello, sus labios se deslizaron suavemente sobre la piel del contrario, para Daniel esa sensación la sentía como si una corriente eléctrica le recorriera todo el cuerpo; la caricia de los labios de Jan provocaron un cosquilleo exquisito que despertó los sentidos. La sensación de los labios y la lengua de Jan acariciando la piel de Daniel  hacía que su corazón lata más rápido, que su respiración se vuelva más profunda y el cuerpo se llene de un deseo ardiente. Daniel respondió esa acción de Jan con suspiros pesados así que empezó a morderlo con delicadeza. 

-Jan, oh mierda... -Los suspiros y jadeos suaves que escapaban en respuesta al beso añadieron una dimensión adicional de emoción y excitación.

«Si sigo así no podré controlarme, pero esto no es suficiente, necesito aún más de él.»




Sentir que eres correspondido por la persona que amas es una experiencia verdaderamente mágica y gratificante.




Nota: ¡Ganó la Triiiii! ¡Viva vivaaa!

Mi querido candidato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora