5. MENTIRAS

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Los días en el hospital pasaron lentos y tormentosos. Los mezclados recuerdos del rubio masacraban sus ideas y pensamientos.

Algo si creía que era seguro, amaba a Jungkook, estaba enamorado de su novio, su lobo reaccionaba a los encantos se ese chico. Definitivamente era su destinado.

El lobo de Jungkook enloquecia cada vez que estaba cerca del lobo rubio, se deleitaba de los aromas qué eran solo para el.

El día que lo dieron de alta, los padres de ambos estaban ahí.

-Se irá a mi casa - dijo el señor Park.

-Se irá a la nuestra - el señor Jeon participó. - Este chico esta marcado por un Jeon, tiene que ser protegido por nosotros.

-Yo pienso que debemos dejarlo a él que decida - Jungkook dijo brillantemente - No es un niño y yo lo único que quiero es que sea feliz.

-Ahora entiendo por que me gustas tanto Jungkook - el rubio respondió impresionado. - iré a tu casa, no con tus padres, ni con mis padres. Contigo.

-Como debe ser - Dijo bajito la señora Jeon.

-No estoy de acuerdo en estas circunstancias - el lobo del señor Park gruñó de coraje, su único cachorro estaba en peligro y solo pensaba en irse con alguien que no era su esposo aun.

-Enviaré mis mejores elementos de seguridad para que estés más tranquilo amigo - el señor Jeon  opinó.

-Tambien enviaré los míos - Park respondió a Jeon.

-Creo que no debemos hacer obvio que lo sabemos - Jungkook volvió a decir - mi prioridad es que mi bello alfa este a salvo.

-Más parece un omega - dijo enojado el señor Park.

-Ojalá fuera uno - dijo el señor Jeon - Así nos darían lindos cachorros.

Jungkook los dejo peleando, llevó en silencio a su alfa al auto.

-No creas que yo andaré diciendo que eres mi alfa - Jimin le dijo mientras Jungkook le abrochaba el cinturón de seguridad.

-Yo tampoco lo diré - Jungkook le respondió - la marca que llevas en el cuello dice que lo eres.

En casa de Jungkook, los guardias de seguridad le ayudaron a llevarlo adentro.

-Estúpido, dejame marcarte también - ofendido espetó Park.

-¿eso quieres? - Jungkook le dijo acercándose peligrosamente.

Jimin no podía dar un solo paso aun, sus piernas seguían lastimadas y tenían que ser tratadas con terapia física. Trabajaría desde casa.

-Eso quiero - dijo Park un poco nervioso. Sus aromas seguían cambiando constantemente, cosa que tenía embobado al lobo de Jeon.

~tocalo Jungkook, no seas cobarde ~

Su lobo solicitó, debía saber que olor era capaz de emitir con un toque.

~Jimin, vamos a dormir, estoy cansado, muero de sueño, amo a ese tonto pero ahora no quiero saber nada de nadie ~

El lobo rubio dijo a Jimin, cansado, agotado de todo ese día.

-Te llevaré a la habitación - Jungkook lo tomó entre sus brazos.

~Olvidalo Jimin, quiero una revolcada con este tipo fornido, ese lobo me encanta ~

El lobo rubio olvidó que estaba cansado. Con una sobrehumana energía brincaba de emoción.

-Te traeré algo de comer, relajate descansa por favor... Enseguida vuelvo - Jungkook emocionado le dijo a ese rubio qué jamás creyó tener en su cama.

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