El héroe enmascarado (supercorp)

35

Cuando estábamos dirigiéndonos en al lugar donde teníamos todo el equipo de camping. Me acerqué a Lena y la frené, necesitaba hablar con ella, miré a mi prima que me había visto y asintió, ella se llevó a Barry y a Caitlin.

—Lena, lo siento mucho. Yo...
—Kara, no es culpa tuya, no me molesta lo que dice el ordenador. —eso me alivió.
—En realidad, he estado pensando en lo que ha dicho Barry. Quiero que quede claro que no siento ninguna obligación protegiéndote.
—Lo sé, pero entre tú y yo sabemos que te lo impuso Diana tu no querías salir...
—Lena, aunque no me lo hubiera dicho, lo hubiera hecho de todos modos. Eres mi amiga, eres como parte de mi familia, no como hermana porque esa es Lexa, pero quiero protegerte, como quiero proteger a mi familia. Eres importante para mí, es cierto que me ha sorprendido mucho a saber el resultado del ordenador de compatibilidad, nunca imagine que fuera posible y la verdad es que no me molesta.
—Es bueno saber eso. —la vi sonreír un poco.
—No quiero que te enfades o te pongas triste. Eres mi amiga y mi protegida y sé que pasamos mucho tiempo juntas, puede que algún día podamos tener algo más, porque el sentimiento está ahí, lo tengo. Pero necesito tiempo para poder entenderlo, porque nunca lo he experimentado y en mi mundo como he dicho, esto solo lo vi con mis tíos, pero yo era una niña.
—No te preocupes Kara, lo entiendo y no voy a presionarte, la verdad es que yo tampoco estoy lista para tener una relación y menos con la obsesión de mi familia de matarme.
—Tu madre y tu hermano están en prisión.
—Ja, mi madre jamás acabará en prisión, tiene mucho dinero y no solo eso, sus abogados, corruptos, se inventan pruebas convincentes para que ella se libre de la prisión. Y lo que es peor, es que nadie puede hacer nada, solo verla salir sin tener ni siquiera un juicio, porque como he dicho, los tiene todos comprados, se ha gastado el dinero de mi padre en comprar todos los altos cargos de la política, de la policía, jueces... Por eso ella sigue ahí afuera haciendo de las suyas en todas sus propiedades no legalizadas. Mi madre es un peligro y es mucho peor que mi hermano, porque él al menos va de frente y es predecible porque siempre es para ir en contra de Superman y la Liga, pero a mi madre... no le importa si va por kriptonianos o por cualquier otra raza.
—Pues por lo que sé de tu madre y lo que hace en Cadmus, no se aleja nada de lo que hizo tu hermano.
—No me contaste lo que descubriste.
—No creo que sea algo bueno que lo sepas, yo aún intento no recordar lo que escuché y lo que vi. Lo siento Lena, pero tu familia está mucho más allá de la locura, son unos asesinos sin escrúpulos, fríos.
—Lo sé, y cada vez que descubro más cosas de ellos, más miedo me dan y más asco le tengo al apellido Luthor. —la abracé y ella no huyó.

Narrador PV

Había pasado un mes y el estado de Bruce no había cambiado nada, Diana seguía en la mansión y hacía el trabajo de Batman por las noches con la ayuda de Alfred, pero en el negocio familiar... al no estar el dueño al mando se estaba acumulando el trabajo y perdiendo pedidos y entregas sin la aprobación de dicho jefe. Diana no podía ocuparse de Industrias Wayne porque no sabía nada del negocio.

—Alfred, ¿Qué pasa con el empresa? —preguntó Diana, porque cada vez venía más trabajadores a la mansión para ver a su jefe, muchos creen que estaba de vacaciones otros que estaba enfermo, eso último no estaba muy desencaminado.
—Tenemos que hacer algo, necesitamos a alguien que pueda dirigir la empresa mientras que el amo está así. Los médicos no saben cuándo despertará y no podemos permitir que la empresa se hunda y quiebre, no podremos mantener la mansión si esto sigue así y no puedo dejar que el amo, este en un hospital de mala muerte.
—Lo entiendo, pero no conozco a nadie que pueda dirigir la empresa. Está Lena, pero bastante tiene con la suya y no podría venir aquí.
—Lo sé. —el hombre mayor suspiró.

Diana fue a la oficina de Bruce de la mansión para buscar un número o algo de alguien de confianza y que pudiera ayudar en esta situación.

Mientras tanto en Star City, había una chica vestida de cuero negro y casco conduciendo por la ciudad de noche, estaba recorriendo del país en su moto desde que se licenció del ejército. Se había cansado de hacer la misma rutina si o si, se marchó y se fue a Asía para hacer artes marciales, le interesaba mucho más. Estuvo un par de años viajando por el Tíbet, China e incluso fue a Japón para practicar más artes marciales como el Karate.