Londres, Inglaterra. Abril de 1816.
-Te das cuenta, por supuesto, de que se desatará un maldito infierno si papá Jisung nos pilla-. Jeongin repasó su vestimenta con la mirada escéptica El y Felix habían tomado prestados unas vestimentas de sus criados para consternación de estos, y en ese momento se escabullían por la escalera de servicio de la residencia londinense de Innie
-Se desatará un infierno aún mayor si te pilla maldiciendo- contestó Lixie irónicamente.
-Realmente no me preocupa si tengo que supervisar un solo arreglo floral más para tú fiesta, me pondré a gritar-.
-No creo que un grito sea lo más adecuado, cuando intentamos escabullirnos escaleras abajo.-
-Oh, calla-, masculló Innie, en tono cortante bajando de puntillas otro peldaño.
Bajando detrás de su primo, Felix contempló el entorno. La escalera de atrás era muy diferente de la que usaban normalmente para bajar al vestíbulo principal, que era ancha , hacía una elegante curva y estaba cubierta por una hermosa y mullida alfombra persa. En esta los lustrosos peldaños de madera eran estrechos, encerrados entre paredes encaladas y sin adornos. La discreta sencillez de la escalera le recordaba a su casa de Boston, que no estaba decorada con el opulento estilo londinense. La mansión Lee, situada en el elegante Grosvenor Square, pertenecía a la familia desde hacía más de un siglo y abundaban en ella las reliquias familiares como también retratos extraordinariamente malos de los antepasados Lee. Mirando las desnudas paredes
Exhaló un suave suspiro, tratando de disipar la añoranza a su padre.
- Me cuesta creer que ande con este sigilo por mi casa como un ladrón para evitar a mi padre- gruño Innie cuando llegaron al pie del primer tramo y dieron la vuelta para continuar bajando, - Francamente me preferiría estar en mi habitación con un buen libro, pero seguro ahí me encontraría y me obligaría a repasar el menú otra vez-
-Un destino peor que la muerte, -murmuró Félix.
Innie lo miro fijamente –Pongo en tu conocimiento que he revisado ese maldito menú incontables veces. Si me persigue una sola vez mas con preguntas sobre la mouse de salmón o el pato asado a la naranja, no me hago responsable de mis actos.-
-¿Contemplando el matricidio?-
Innie le lanzó una mirada irónica, pero no contestó mientras seguía bajando suavemente la escalera. -Ten cuidado con ese escalón, Felix. -susurró, apoyándose en la pared. –Cruje en el centro-.
Felix siguió rápidamente el consejo de su primo. -¿Bajas por esta escalera a menudo?-
-A veces. Es bastante práctico para salir de este lugar sin que nadie se entere. Solo que generalmente no ando vestido como una criada.-
ESTÁS LEYENDO
Passion Splendide -Hyunlix-
RomancePoco antes de la fiesta en que será presentado en sociedad, Felix sale a dar un paseo vestido de criado para que nadie lo reconozca. El atrevido pelirrojo ya ha decidido que no quiere casarse y que rechazará a cualquiera que se le acerque. Pero un a...