Capítulo 14

316 34 26
                                    


A la mañana siguiente Felix descubrió que el amor tenía otro síntoma: no podía comer. O más bien, no podía comer delante de Hyunjin.

No parecía tener ningún problema en hacerlo cuando él no estaba en el cuarto.

Cuando llegó abajo para desayunar, Yeji, Bo-Ra e Innie ya habían empezado. Felix estaba famélico, así que se sentó, dispuesto a devorar lo que parecía una deliciosa tortilla.

Y entonces llegó Hyunjin.

El estómago de Felix comenzó a revolotear como las alas de una mariposa. No pudo darle ni un bocado a su desayuno.

-¿La tortilla no está a tu gusto?- preguntó Bo-Ra.

-No tengo mucha hambre- contestó Felix rápidamente. -Pero está deliciosa, gracias-.

Hyunjin, quien estratégicamente se había colocado justo al lado de Lixie, se inclinó y le susurró, -No puedo imaginar cómo lo sabes ya que no le has dado ni un bocado-.

Lix sonrió débilmente y se metió un buen pedazo en la boca. Le supo a serrín. Miró a Bo-Ra. -Quizás solo un poco de té-.

Antes de la hora de comer Felix pensó que desfallecería de hambre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes de la hora de comer Felix pensó que desfallecería de hambre. Hyunjin había tenido salir a ocuparse de algún asunto de la propiedad, así que Innie y él habían pasado la mañana explorando la mansión. Cuando llegaron al comedor, su corazón se hundió al percatarse de que él no estaba allí.

Su estómago, sin embargo, se alegró.

Rápidamente se sirvió un plato de pavo asado y patatas, temeroso de que él llegara en cualquier momento.

Sólo después de haberse servido una cantidad de guisantes y espárragos como guarnición, pensó en preguntar a Bo-Ra sobre el paradero de Hyunjin.

-Bueno, esperaba que se nos uniera para comer- contestó su madre. -Pero tuvo que marcharse al noroeste de la propiedad para inspeccionar los daños causados por las lluvias torrenciales de la semana pasada-.

-¿Está eso muy lejos?- preguntó Felix. Quizás podría reunirse con él más tarde.

-A más de una hora de camino, creo-.

-Ya veo- No se había dado cuenta de que las propiedades de Hyunjin eran tan extensas. -Bien, en ese caso tomaré algunos de esos merengues tan apetitosos-.

Felix decidió, con un suspiro, que probablemente era mejor para todos que él hubiera tenido que marcharse. Si Hyunjin hubiera pasado cada minuto a su lado (y tenía el presentimiento de que ésta era su intención original), Lixie seguramente estaría consumido de hambre para cuando regresara a Londres. Pero no podía negar el hecho de que, a pesar de la perturbación que Hyunjin le causaba, añoraba su compañía cada minuto que estaba lejos de él. Fue a dar un paseo por el campo, pero no se divirtió porque Hyunjin no estaba allí para competir con él hasta el manzano que se encontraba a un par de millas al este de Westonbirt. Y después no estaba cerca para tomarle el pelo cuando él trepó con habilidad al árbol o para felicitarlo por su puntería cuando lanzó una de las manzanas al aire, golpeó con ella una de las ramas, y envió cinco manzanas más al suelo. Le dio la fruta a Mark cuando regresó , y él se puso tan contento ante la perspectiva de tartas de manzanas recién cogidas que subió y bajo las escaleras a la carrera seis veces. Su exuberancia era contagiosa, pero no consiguió levantar su ánimo como una de las sonrisas de Hyunjin lo hacía. Felix dudaba de que nada pudiera comparársele.

Passion Splendide -Hyunlix-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora