Poco antes de la fiesta en que será presentado en sociedad, Felix sale a dar un paseo vestido de criado para que nadie lo reconozca. El atrevido pelirrojo ya ha decidido que no quiere casarse y que rechazará a cualquiera que se le acerque. Pero un a...
-¿Cómo estoy?- Felix dio unos saltitos frente de Seungmin, su ágil silueta vestida completamente de negro. Llevaba puesto un traje de criado que utilizan solo en galas importantes Seungmin se limitó a mirarlo fijamente.
- Ciertamente espero que no se vuelva costumbre el vestirme de criado- Seungmin tomo aire. -Uh ¿Felix estas seguro de esto? Hmm... bueno según mi criterio no pareces un criado-
-¿No? - suspiró Felix. -Caray. Y yo que estaba tan contento de haber encontrado un par de pantalones que me sirvieran. Aunque me están un poco mas ajustados de lo que suelo usarlos- -Puede que haya una buena razón para eso- murmuró Minnie, observando fijamente a su primo -Menos mal que yo soy tu primo- comentó él. -No querría que nadie más te viera asi-.
-No seas tan quisquilloso. Francamente, encuentro estos pantalones muy cómodos, siempre suelo llevar trajes de una sola pieza o pantalones de corte recto sin mucha forma veo- dijo Felix despacio. -Hmmm, tal vez tengas razón. Si esperas un momento...-Él salió disparado del cuarto, volviendo aproximadamente cinco minutos más tarde. Se puso un saco que tapaba hasta debajo de sus glúteos. -Lo siento- dijo él, con vergüenza. -Era demasiado incómodo. Tendré que llevar puesto un abrigo holgado-.
Seungmin pensó que lo mejor seria abstenerse de más discusiones sobre el tema y le tendió uno de sus viejos abrigos largos. -Necesitamos ponernos en marcha- dijo. -Pruébatelo. No creo que este te llegue hasta el suelo-.
No lo hacía, pero casi. Felix contempló su atuendo. -Parezco a un pilluelo de la calle que va a un entierro, mas que un criado-.
La pareja de conspiradores se deslizó furtivamente por el vestíbulo y salió por la escalera trasera. -Ten cuidado con el tercer escalón- susurró Felix. -Cruje. Tienes que pegarte a la pared-.
Seungmin le echo un sardónico vistazo. -¿Te escabulles por esta escalera muy a menudo?-.
Felix enrojeció cuando recordó el día en que Innie y el escaparon por esa escalera vestidos como criados, con batas largas de cocina. El día que conoció a Hyunjin. -Me lo contó Innie- masculló.
Siguiendo la advertencia de Innie, bajaron silenciosamente, cruzaron de puntillas las cocinas desiertas, y se deslizaron por la puerta lateral hacia la aterciopelada oscuridad de la noche.
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El baile de Lady Mottram estaba ya en marcha cuando Hyunjin y Kai, ambos impecablemente enfundados en sus austeros trajes blanco y negro de etiqueta, entraron a zancadas por las puertas del salón de baile.
-¿Los ves?- preguntó Hyunjin, abruptamente, usando su altura para escudriñar el salón por encima de las cabezas de los invitados.
-No- contestó -Huening, estirando el cuello. -Felix no está aquí- declaró Hyunjin.
-¿Qué quieres decir? Tiene que estar aquí-.
-No lo está. Puedo distinguir su pelo a una milla de distancia-. -¡Espera!- exclamó Kai de repente. -Veo a Innie-.
