Capítulo 19

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Unas horas más tarde, los párpados de Felix se entreabrieron, y miró adormilado alrededor. Suspiró y bostezó como un gatito, parpadeando varias veces para que sus ojos se adaptaran a la oscuridad. Un débil aroma a almizcle flotaba en el aire, y aspiró varias veces, no acostumbrado a tal olor en su dormitorio. Tomando otra bocada del embriagador aroma, bostezó de nuevo y cerró los ojos mientras se acurrucaba y se volvía hacia el otro lado. Con un leve suspiro, entreabrió los ojos otra vez.

Y entonces los abrió como platos, encontrándose a pocos centímetros de la cara de Hyunjin.

Fue cuando comprendió que el peso que sentía sobre su cadera era la pierna de Hyunjin. Contuvo el aliento, asustado por la intimidad.

-Oh, Dios mío- suspiró apenas, manteniéndose muy quieto, no fuera a ser que despertara al hombre que dormía a su lado. No tenía ninguna experiencia en esta clase de situaciones. Si se movía, probablemente lo despertaría. Por otro lado, su corazón palpitaba tan rápido que sabía que no había forma de que pudiera dormirse de nuevo.

Le pareció que probablemente lo que debería hacer era gritar. O desmayarse. Eso, supuso, era lo que un doncel "bien educado" haría en semejante situación. Pero, para empezar, un doncel "bien educado", nunca se vería en semejante situación. De todas formas, no veía cómo gritar iba a solucionar algo. Y desmayarse parecía una solución bastante estúpida; no podía arreglar nada mientras estuviera inconsciente, y una vez que despertara, se encontraría en la misma situación que al principio. Además, pensó Felix, irónicamente, no se le daba muy bien desmayarse sin un previo porrazo en la cabeza.

Habría un escándalo, supuso, a menos que Hyunjin y su familia se comportaran con suma discreción. De hecho, había bastantes posibilidades de que Tío Minho y Tío Jisung no hubieran notado aún su ausencia. Cuando se fueron al baile de Lady Mottram, Felix les había dejado creer iba a retirarse temprano por un fuerte dolor de cabeza. Estaban muy preocupados porque los últimos días él parecía muy deprimido y cansado.

Le dijeron a Felix que descansara, y estaba seguro de que no lo molestarían cuando regresaran del baile. Minnie lo sabría, por supuesto. Y Jeongin, con toda seguridad le sonsacaría toda la información a su hermano en el mismo instante en que regresara a casa.

Todo estaría bien mientras regresara a casa antes de que saliera el sol, cuando los criados comenzaban a circular para sus quehaceres diarios. Sus primos probablemente habrían dejado la puerta de entrada sin cerrar con llave para él. Sonrió irónicamente. Innie y Minnie probablemente lo estarían esperando en el salón delantero, haciendo turnos para mirar por la ventana y poder franquearle la entrada. No le fallarían independientemente de la historia que les contara para explicar su larguísima ausencia.

Felix giró la cabeza y bizqueó para ver la hora en el reloj sobre la mesilla de Hyunjin. Eran las cuatro menos cuarto de la madrugada. Minho, Jisung y Jeongin probablemente habrían vuelto del baile de Lady Mottran en algún momento de las últimas dos horas. Todavía le quedaba mucho tiempo. En realidad ya no importaba si se marchaba en ese momento o dentro de media hora. El daño ya estaba hecho.

Habiendo justificado debidamente su silencio, Felix se contentó con yacer en la enorme cama, estudiando la cara de Hyunjin. Parecía más joven mientras dormía. Sus oscuras pestañas eran pecadoramente largas descansando sobre sus mejillas, y Felix se encontró anhelando, no por primera vez, poseer semejante pestañas enmarcando sus propios ojos. Su pelo estaba despeinado por el sueño, y sus labios ligeramente separados mientras respiraba rítmicamente.

Hyunjin había sacado un brazo desnudo por encima de las sabanas y el cobertor, y Felix podía ver la parte superior de su pecho. No lo había visto nunca antes sin camisa, y cerró la mano, deseando con todas sus fuerzas colocarlo sobre su pecho solamente para ver cómo se sentía al tacto. Sus ojos recorrieron su piel hasta donde desaparecía bajo las sabanas. Evidentemente se había quitado la camisa, pero ¿y los pantalones? Felix jadeó. Dios bendito, ¿no estaría desnudo?

Passion Splendide -Hyunlix-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora