Historia Original.
¿Qué tanto duele qué te rompan el corazón sin siquiera darte alguna explicación? Uh, bueno, eso depende de la persona. Yo puedo asegurarte qué lo único que tengo en mi pecho son los pedazos de mi corazón roto. Sí, estoy roto, tan...
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Tus latidos están provocando a los míos—MissingP.
BERTH.
Esto no significa nada. Es lo que me decía antes, cuando mi corazón latía sin mi permiso por el chico de ojos grises verdosos, pero ahora es ridículo seguir negando estos sentimientos.
Él me atrae jodidamente mucho y sí, tengo miedo, pero tengo más ganas de sostenerlo en mis brazos qué dejar que el temor domine mis latidos.
Es que cómo no me va a gustar si es precioso. Tiene unos ojos grises verdosos muy expresivos y un rostro dulce, pero varonil, y su voz es como una melodía qué escuchas todo el jodido día, pero no te cansas, al contrario, quieres seguir escuchando mucho más. Es difícil contenerme con él, pero estoy haciendo mi mejor esfuerzo, él no es cualquier chico para mí. Sin esforzarse logró entrar en mi vida y romper algunas de mis barreras solo con su sonrisa.
—Creo que me va a explotar el estómago —Se toca el abdomen y suspira—, agh, comí demasiado.
—Oppa cocina muy bien —Se ríe el de ojos verdes brillantes—. Por cierto, ¿Cómo se conocieron?
Lo miro y con los ojos le digo “cállate la boca,yeppeun” pero por supuesto que él me ignora y le sonríe a Douglas, esperando que sea él quien responda.
—Mm, es un secreto —dice sonriendo de medio lado. Keegan abre la boca y luego ambos terminan riendo—, fue cuando fui a pedir empleo en su cafetería, siempre he querido trabajar, y me gustó mucho las frases en el pizarrón de afuera de la cafetería, así que entré y Berth me recibió muy amablemente.
—Obvio, soy un chico muy amable —Formo una expresión falsamente arrogante.
—Lo eres, fue por eso que me gustaste desde el principio —Abre los ojos al darse cuenta de lo que acaba de decir, y se roba mis latidos apenas sus mejillas se sonrojan—, ujum, bueno, así fue como termine trabajando con Berth.
Dios, está tan rojo y no tiene idea de lo lindo que se ve. No puedo quitar mis ojos de él.
—A mi también —digo, y sus ojos se fijan en mí, le sonrío suavemente—, me gustaste desde que te vi.
La atracción que sentí por él fue tan dura qué me hizo apagar mis alarmas internas solo con mirarme y sonrojarse tan dulcemente.
—Berth —susurra cubriéndose el rostro y ganándose una mirada cariñosa de Keegan y los gemelos.
Algo me dice que ellos ya lo adoptaron. Es lo que hacen con alguien que les agrada mucho. Por eso los Henderson tienen tantos amigos y no exagero, realmente tienen demasiados amigos.
—¡No puedo, es muy tierno! —exclama el rubio de ojos verdes brillantes mientras se levanta y abraza por detrás a Douglas—. Dulce Doug, ¿Quieres ser mi amigo?