I'm broken. ©#4 [Saga: Yo Soy] 🏳️‍🌈

~#17~

Soy el verdugo de almas impuras: MissingP.

CHANTREA.

La primera vez no pude sentirlo, pero ahora que la tengo frente a mí, no me queda duda de que ella pertenece al mundo sobrenatural. Sus ojos marrones claros ahora son grises brillantes y fríos como la misma muerte, así que me queda claro que es de las banshees poderosas. Su cabello lleno de rulos se torna con ondas mucho más oscuras y largas. Su piel se aclara dejando atrás el tono moreno y su rostro toma una forma diferente, es hermoso y afilado. Frente a mí tengo la verdadera forma de una bruja de la muerte.

—Sí te dejo ver quien soy, es solo porque quiero que te mantengas al margen con los mío, ¿entiendes? —No hay expresión en su rostro y su tono es tranquilo, pero congelante—. Puedes tener a los humanos que quieras, no me importa, pero a los que me pertenecen, ni siquiera los mires o te arrancaré los ojos, o mejor aún, la cabeza.

Miedo. Tengo mucho miedo.

Juro que quiero retroceder y huir de aquí a toda velocidad, sin  mirar atrás, pero no puedo hacerlo ya que no estoy aquí para dañar a nadie, sino que para proteger y no soy ninguna cobarde por más que algo me grite qué ella podría hacerme pedazos sin tocarse el corazón.

—Así que estabas actuando ese día —Sonrío de manera tensa. Ella ladea su cabeza y eleva una de sus perfectas cejas oscuras—, fue bastante creíble.

—Así funcionan los tuyos —Da un paso hacía mí mientras se cruza de brazos elevando su barbilla—, el miedo los hace sentir bien, pero no estaba actuando, y no fue miedo lo que percibiste, solo pude sentir lo sucia y manchada que es tu alma, me dieron escalofríos y mucho asco.

Tengo que apretar los dientes con fuerza para no mandarla al carajo, por la sonrisa en sus labios puedo decir que estoy siendo bastante obvia. Quizás espera que cometa un error para borrarme del mapa. Tomo un poco de aire antes de responder. Debí quedarme con los chicos.

—No vine a dañar a nadie —Estiro mi mano en su dirección—, puedes comprobarlo.

Por lo que tengo entendido, las brujas de la muerte pueden averiguar lo que sea con solo un leve tacto.

—Solo habla, sabré si mientes de todas formas.

Está maldita. Pienso al retirar mi mano. De verdad le doy mucho asco.

—Douglas es hijo de vampiros poderosos, pero nació siendo humano, mi deber es protegerlo a él y a su pareja de cualquier peligro.

También protegeré a Berth mientras sea parte de la vida de Douglas. Esa es la orden.

—Estás para proteger —dice con tranquilidad, parece estar meditando mis palabras—, entonces esos vampiros alrededor de mis amigos son de los tuyos.

—S-Sí —Ella parece saber todo. Es impresionante—. Son de mi clan.

—Bien, supongo que tendré que seguir soportando el mal olor.

—¿Eh?

Sus ojos fríos como la misma muerte se clavan sobre mí, y no puedo soportarlo, mis piernas flaquean y me tengo que sostener del lavamanos para no terminar de rodillas en el piso.

—Sí estás para proteger, protege, y ni se te ocurra jugar a algo más que a ser una guardaespaldas, porque ni siquiera esos vampiros, ni tu clan entero, podrán salvarte de mí si tus deseos cruzan la línea.

«Y ya que estás para proteger a Douglas, quiero que sepas que desde que forma parte de nuestra vida, también está bajo mí protección.

—Sí, s-señora.

—Si alguien más se entera sobre mí, acabaré con todos los que amas —Su sonrisa se vuelve un tanto macabra—, especialmente con ese lindo hermanito tuyo.

Ella no dice nada más, pero puedo ver cómo su cuerpo vuelve a su forma humana y sale del baño como si nada. Es aterrador, su poder es muy aterrador y oscuro. Juro jamás imaginé cruzarme con una bruja de la muerte en toda mi existencia y ahora resulta que la pareja de enamorados es amiga de una de ellas. Pero… ¿Quién es Melissa? Normalmente las brujas de la muerte viven en clanes ya que es peligroso moverse por su cuenta, aunque nadie podría descubrirla usando la forma humana que tiene. Me queda claro que solo si ella lo desea podrían encontrarla.

***

Salgo del baño unos minutos después, luego de recuperarme completamente, me siento como un vampiro real, todo mi cuerpo está frío. De reojo veo a la bruja en la barra, su novio le está diciendo algo y ella lo mira con ojos enamorados, una mirada que parece real, sincera y humana. ¿Algún día podré mirar así a alguien? Sonrío con burla, debo dejar de soñar. Me muevo hacia la mesa, Berth es el primero en verme, y sus ojos son claros y directos, así que solo le sonrío levemente antes de tomar asiento junto a mi hermano.

—¿Estás bien? —Klein me mira detenidamente—. Te tomaste tu tiempo.

—Sí, es que recibí una llamada, nada importante —Me apresuro a decir—. Hermano, si ya terminaste tu desayuno, vámonos.

—¿Eh? —Él arruga su ceño—. Pero quiero seguir hablando con…

—Jodidamente vámonos, okay.

—¿Qué carajos pasa? —Ahora su ceño está mucho más fruncido.

—Te cuento cuando estemos en casa.

—Maldita sea contigo.

Se levanta así que hago lo mismo. Mi hermano se despide de la pareja y sale bastante fastidiado, en cambio yo me quedo frente a ellos, que lucen un poco confundidos.

—Eh, bueno, nos vemos luego.

—¿Qué te dijo Melissa? —La mano de Berth me sujeta por la muñeca, cuando intento marcharme. Douglas se levanta y se aproxima a nosotros.

—Qué no me distraiga o podría caer —digo y aclaro mi garganta—. C-Creo que es un buen consejo, nunca me he caído, pero algo me dice que sería algo doloroso.

—Sí, es un buen consejo, uno que todos deberíamos seguir.

Él me suelta y yo simplemente no puedo irme sin darle un vistazo al chico castaño de ojos verdosos, él luce un poco confundido.

—Hasta luego, divino Doug.

—H-Hasta luego, Chan.

Estiro mi mano en su dirección con intenciones de dejar una caricia en su rostro, pero me detengo a medio camino, pero para mi sorpresa él aproxima su rostro y descansa su mejilla sobre mi mano con una leve sonrisa que me hace sentir un aleteo anormal en el interior.

—Ven más seguido, me gustaría mucho ser tu amigo, Chan.

—Yo… —Trago saliva y asiento antes de alejar mi tacto de su sonrojada mejilla—. Nos vemos luego, chicos.

Salgo de la cafetería sintiendo un poquito de amargura, es una pena.

—Maldito Ian, por tu culpa ahora debo abrir bien los ojos o podría caer en un abismo… Mejor dicho, en dos.

El edificio en el que vivo no queda muy lejos de aquí, y como no veo por ningún lado a Klein, supongo que se adelantó. Debe estar molesto, es un jodido adolescente, siempre se molesta por todo.

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