Historia Original.
¿Qué tanto duele qué te rompan el corazón sin siquiera darte alguna explicación? Uh, bueno, eso depende de la persona. Yo puedo asegurarte qué lo único que tengo en mi pecho son los pedazos de mi corazón roto. Sí, estoy roto, tan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La felicidad es un pañuelo blanco—MissingP.
BERTH.
Lyall se lleva muy bien con Keegan, ambos han estado muy juntos y sonriendo todo el rato que llevamos en el club al qué decidimos venir a pasar un buen rato; es un lugar grande y elegante, la música no es ruidosa, al contrario es tranquila y cálida. Los fines de semana hay música en vivo, he venido un par de veces y me ha encantado descubrir ese hecho.
—Oye, Douglas —Lyall se aleja un poco de Keegan y le presta atención a mi… al chico que será mi novio—, por casualidad, tu familia es dueña del gran hotel “Rote Seele”.
—Sí, ¿Cómo lo sabes? —Mi lindo Doug se nota bastante confundido, pero tranquilo—. ¿Me investigaste?
—Eh, no, es que vienes de Alemania y tu apellido es Disel, pensé que había alguna conexión —Eleva sus hombros y sonríe—, me he hospedado algunas ocasiones en ese hotel y es increíble, la mayoría de famosos decide ir allí cuando hay eventos o están de vacaciones.
—Mm, no sé mucho del hotel, nunca he estado ahí —revela dejándonos bastante sorprendidos—, se supone que soy el heredero, pero no tengo planes de regresar a Alemania ni de tomar nada de la familia Disel, si pudiera me quitaría hasta el apellido, en fin, no me gusta tocar el tema de mi familia.
La risa que libera es un poco amarga, pero sus palabras son muy directas y sinceras.
—Bien, entonces no hay que tocarlo —Lyall asiente con una leve sonrisa amable.
Él puede ser un chico extrovertido y alocado en ocasiones, pero es alguien que entiende a las personas mejor que nadie y sabe cómo distinguir las emociones y sentimientos de los demás con solo mirarlos. Es como un don qué tiene.
El móvil de Douglas vibra, cuando lo saca veo que es una llamada de Ian. El de ojos grises verdosos suspira y corta la llamada sin miramientos.
—¿Llama mucho?
—Demasiado, me da un poco de escalofríos —dice con una mueca.
Y de nuevo el móvil vibra, está vez lo tomo yo y respondo, los ojos de Doug se abren pasmados, pero no me detiene ni dice nada.
—Hasta que respondes, amor —Hago una mueca fastidiada ante esa última palabra—, necesitamos hablar tranquilamente, ¿Dónde estás?
—Está conmigo —digo utilizando el tono más frío y cortante qué puedo—, te agradecería que no vuelvas a molestar a mi novio, Ian.
—¿Qué carajos? ¿Berth?
—Olvídate de Douglas, porque él es mío, siempre ha sido mío —Aprieto mi mandíbula con fuerza—, no te acerques a él de nuevo, basura, o juro que te vas a arrepentir, no entiendo como te atreviste a golpearlo, ¿estás demente? Golpear a Douglas es como golpear a un ángel, agh es que desearía tenerte aquí para romperte la maldita cara.
Corto la llamada bruscamente, y maldigo por lo bajo. Me gustaría tenerlo frente a mí para darle una paliza, el golpe que apenas está sanando en el rostro de mi lindo Doug, me recuerda que ese bastardo se atrevió a dañar su preciosa cara.
—¿Berth?
Levanto mi vista y me encuentro con las miradas de mis amigos, todos, hasta Douglas me están prestando atención.
—Oh, yo… lo siento —Miro a Douglas y él me sonríe suavemente, pone sus manos en mis mejillas—, yo…
—En serio que no pude enamorarme de alguien mejor que tú —Se aproxima y deja un beso corto sobre mis labios—, aún así, no quiero que te lastimes teniendo qué enfrentar a Ian, se lo mucho que te lastimó, y no deseo que tengas que verle la cara por mi culpa, porque ahora que sabe que estoy contigo, vendrá a buscarnos, y lo menos que quiero es afectarte de alguna manera…
—Estamos juntos ahora, lindo —digo besando su frente con cariño—, no voy a dejarte solo, después de todo, vamos a ser novios, ¿no?
—Novios —susurra sonrojándose—, s-sí tu quieres, yo también quiero.
—Awww, muero de ternura —Escucho que dice Melissa, de reojo veo como se abraza a su novio, quien solo sonríe asintiendo.
—Ujum —Keegan aclara su garganta y toma una botella se cerveza para utilizar como micrófono—, está noche nos encontramos reunidos para festejar la unión de dos almas destinadas.
—Dios —digo riéndome, también escucho la risa de Douglas.
—Douglas Disel, ¿aceptas a Berth como tu novio para amarlo y respetarlo hasta que la vida se acabe?
—Acepto.
—Y tú, Berth Stuart, ¿aceptas al dulce Doug para amarlo y respetarlo hasta que la vida se acabe?
—Acepto.
—Entonces, los declaró novios.
—¡Besalo, Berth! —exclama Lyall más emocionado de lo normal.
Niego y me río antes de girar hacia mi novio y besarlo.