El peligro es el alimento de las almas salvajes: MissingP.
BERTH.
Dejo una caricia sobre su cabello, puedo ver que sonríe suavemente sin abrir los ojos, es precioso. Mi novio me tiene enamorado, estás semanas han sido maravillosas, y el miedo de que no dure es cada vez más pequeño. Debo confiar más en nuestros sentimientos. Sí, no es que dude de ellos, pero en ocasiones no importa lo intenso que sean nuestros latidos, todo llega a su fin sin que lo veamos venir. Pero pondré todo de mí para que nuestro amor perdure. Después de todo, Douglas lo vale completamente.
—Bajaré a la cafetería, mi lindo Doug —Beso su mejilla, él abre sus ojos dejándome apreciar el bonito color de sus iris—. Sigue durmiendo, disfruta de tu día libre, cuando tengas hambre baja, ¿sí?
—Sí, gracias, bebé.
Compartimos un beso cariñoso antes de que me mueva fuera de la habitación y del departamento. De camino al ascensor me encuentro a los estudiantes que residen en el segundo piso, ellos me saludan amablemente como siempre que coincidimos. En ocasiones ello desayunan o meriendan en mi cafetería, he notado que ahora lo hacen más seguido de lo normal, y creo que se debe a la nueva mesera, ella es muy bonita y tiene una personalidad bastante peculiar y brillante, aunque es muy joven aún, y por lo que note, no tiene interés en el romance.
—¡Oppa! —exclama la pequeña rubia apenas me ve llegar—. ¿Cómo amaneciste?
Apenas nos conocimos nos volvimos bastante cercanos. Ella es fan de los asiáticos, y siempre anda diciendo que parezco el protagonista de una novela coreana por lo guapo que soy, admito que ella sabe cómo dar cumplidos. Además me llama oppa desde que tuvo la entrevista de trabajo conmigo. No se lo impedí porque sé que no tienen ningún interés romántico en mi persona, y lo hace porque se refiere a “hermano” a nada más con esa forma de llamarme.
—Buenos días, Livia —Ella siempre tiene una sonrisa—, ¿tienes mucho trabajo?
—Sí, es genial, las personas son muy amables conmigo, y no me gritan cuando me equivoco de pedido —La risita que libera la hace lucir bastante adorable.
Livia aún está en secundaria, para ser más exactos en penúltimo año, y solo trabaja medio tiempo ya que no quiere descuidar sus estudios. Además se lleva de maravilla con Meredith y a ella no muchos le agradan apenas conocerlos. Ni Douglas fue capaz de agradarle a la primera, por suerte ahora son más cercanos.
—Oye, oppa, ¿tú novio no trabaja hoy? —Niego con una sonrisa, ella hace un puchero—. Oh, quería verlo.
—Quita tus ojos de mi chico, mocosa —Fingo seriedad.
—Oh, no, no, no es eso —Mueve sus brazos algo nerviosa, no puedo contener la risa, en ocasiones es bastante inocente. Livia me da una mirada de ojos entrecerrados antes de seguir hablando—, es que quería pedirle un favor.
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I'm broken. ©#4 [Saga: Yo Soy] 🏳️🌈
RomanceHistoria Original. ¿Qué tanto duele qué te rompan el corazón sin siquiera darte alguna explicación? Uh, bueno, eso depende de la persona. Yo puedo asegurarte qué lo único que tengo en mi pecho son los pedazos de mi corazón roto. Sí, estoy roto, tan...