I'm broken. ©#4 [Saga: Yo Soy] 🏳️‍🌈

~#01~

Vamos, la esperanza es solo para aquellos que desean amar—MissingP.

Se me escapa un quejido apenas abro los ojos, y no, no es solo por el dolor de espalda luego de mi apasionada sesión de sexo de anoche. Me duele la cabeza porque bebí una bebida prohibida, una cerveza alterada. Anoche la fiesta de Roy fue una locura, él nunca decepciona con sus reventones fiesteros. Aunque en ocasiones meta mierda ilegal como drogas y cerveza alterada, la cual te hace sentir de maravilla, pero a la mañana siguiente deseas volver el tiempo y no haber tomado ni un sorbo.

Me estiro un poco y me levanto, me siento bastante relajado, pero cansado. Miro al chico durmiendo en la cama, no está muy guapo, pero es bueno entre las sábanas. Dejo de lado a mi polvo de anoche y busco mi ropa, una vez la encuentro, no demoro en vestirme y salir del hotel. Tengo tres simples reglas: no follar en mi departamento. Jamás repetir con el mismo, o misma chica. Y por ningún motivo hablarles luego de levantarme. Así que cuando me despierto, solo me cambio y me largo.

—Mierda, olvidé mi chaqueta —maldigo y me regreso hacia la habitación.

Me detengo unos metros antes de la habitación del hotel al notar a alguien con la espalda recostada en la pared, mirando la puerta con duda e indecisión.

—¿Se te perdió algo? —La pregunta me sale con tranquilidad y admito que también curiosidad.

—Mm, no, solo estoy pensando si vale o no la pena la persona que está ahí dentro —dice, suspira y libera una risa sin emoción—. Bueno, sé que no lo vale, pero tengo que verlo con mis propios ojos, supongo.

Me acomodo a su lado y miro la puerta con una mueca. Estoy suponiendo, pero algo me dice que anoche me acosté con el novio del chico junto a mí. Debería irme, pero me mantengo a su lado, mirando la puerta.

—¿Quieres contarme? —Me mira de reojo, hay dudas en esos ojos desconocidos—, hablar con un extraño puede ayudar más de lo que crees.

—Mm, supongo —susurra, abatido—, el chico dentro de la habitación es mi novio, seguramente sigue durmiendo junto a la chica con la que me engaña.

—Eh, te puedo asegurar que no durmió con una chica —Al menos yo no tengo vagina. Él arruga su ceño, mirándome confundido—, bueno, está mañana salió un chico de ahí.

Evitemos decir que fui yo quien salió de ahí. No quiero que un extraño me de los buenos días a puñetazos, y algo me dice que el sujeto a mi lado es algo violento, es que su expresión me lo dice todo.

—¿Un chico? —gruñe la cuestión.

—Sí —Elevo un hombro como diciendo que no tengo razón para mentir.

—Ese maldito desgraciado —gruñe y me deja impactado cuando golpea la puerta bruscamente—. ¡Abre la puerta, maldito imbécil!

Abro los ojos y me alejo lentamente por el pasillo, puedo comprar otra chaqueta, aunque la que deje era de diseñador, pero algo me dice que el sujeto con el que me acosté tendrá que comprar una nueva puerta y quizás pagarse una nueva nariz.