Acariciando tus curvas [trilogía #2]

00. Mejores amigos.

❝Mira las estrellas, mira como brillan por ti y todas las cosas que haces❞

Yellow - Coldplay

14 años atrás...

Estrella

Me detengo delante del espejo observando nuevamente el vestido que me había probado con anterioridad y gesticule una mueca de disgusto. ¿Qué usaban las chicas de diez años? tenía entendido que a esta edad se dejaban de usar los vestidos acampanados y con flores, pero no tenía otra cosa. Lacie se había encargado de hacerme todos los vestidos similares a esos porque me gustaban mucho, pero las chicas de diez años no lo usaban y quería dejar de ser una tonta.

Me di la media vuelta dispuesta a irme nuevamente a mi vestidor y comencé a ver la hilera de vestidos que tenía. Todos estaban llenos de colores, puaj. Me crucé de brazos indecisa y tome uno que estaba detrás de todo, era de color marrón casi como el cartón y solo tenía tres mariposas azules en uno de los costados. No estaba tan mal. Debajo del vestido me coloque una polera blanca para que hiciera contraste y me coloque las botas negras de combate que Idaly me había obsequiado por la mañana.

Una vez que estuve lista me detuve delante de mi maquillador y comencé a peinar mi cabello rubio antes de hacerme dos trenzas a los costados. No era una profesional peinando, pero tampoco se me daba tan mal. Cuando termine me coloqué perfume y caminé hacia la cocina rezando por dentro que la nevera hiciera magia y que el pastel estuviera perfecto.

Con mi pie izquierdo comencé a repiquetear el suelo cuando mis ojos no se perdieron el increíble espectáculo de como se seguía cayendo la crema y antes de llorar nuevamente como lo había hecho toda la mañana, cerré la nevera y me fui a la sala para esperar que las chicas vinieran.

Cuando las tres de la tarde se marcó en el televisor, veinte minutos después, Lacie junto a Idaly llegaron a casa para poder cambiarse. Espere unos minutos más hasta que ambas estuvieran listas y tomando el pastel de la nevera lo guardamos en una caja y salimos del departamento para ir directamente a la fiesta que Amelie había hecho.

Mis ganas de asistir a la fiesta habían decaído cuando de un pastel ideal había quedado un desastre que se derretía incluso dentro de la nevera. Su estructura ni siquiera era un círculo, era un ovoide blanco y con un feliz cumpleaños todo torcido. Seguro Annette se burlaría cuando lo viera.

Tome aire llenando mis pulmones como Lacie me había enseñado esta mañana cuando no había parado de llorar y sostuve con fuerza la caja entre mis manos mientras más nos acercábamos a la casa de mi mejor amigo. Después de un tiempo habían decidido venir a vivir al mismo país que nosotros porque Jarvis comenzó a trabajar con Lacie y no quería estar lejos de Mae, entonces Amelie decidió trasladar la oficina central a la ciudad y al igual que sus hermanos se mudaron aquí.

Habían conseguido una casa muy hermosa y demasiado grande, tranquilamente podrían competir con el castillo de la reina de Inglaterra porque sus dimensiones eran similares. La mansión en la que vivían tenía absolutamente todo para no querer salir de ahí nunca más, lo único que les faltaba era un centro comercial. Al igual que la zona en donde estaba, que estaba algo alejado de la ciudad y la naturaleza los rodeaba.