01. Padres adoptivos.

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14 años después

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14 años después...

Estrella

—No lo puedo creer. Santísima gloria —balbucea una chica desconocida que está a mi costado. Sin girar a verla acomodo mi mochila debajo de mis pies e inclinó un poco mi cuerpo hacia adelante ansiosa—. ¿Qué es esto?

No la culpaba, para nada. E incluso esa había sido mi reacción la primera vez que había asistido a un partido por pedido de los chicos y comprobé que aquellos niños que se la pasaban molestándome ya no eran unos niños. Ahora eran hombres, ¡y qué hombres!

Me muerdo una de mis uñas cuando veo correr a Sven detrás de Luc gritándole para que note su presencia, pero aún así él decide no soltar la pelota y esquiva sus adversarios con demasiada facilidad. Cuando Sven cree que no se la pasara intenta detenerse para bloquear el cuerpo de uno de los oponentes, pero Luc golpea la pelota hacia su dirección y Sven retoma el recorrido hasta el arco.

Eran un increíble equipo, de eso no cabía ninguna duda. Más allá de que todos seguían siendo unos idiotas, realmente jugaban espectacular y nadie podía contradecirlo. Con el pasar del tiempo comenzaron a llegar nuevos jugadores y muchos de ellos también empezaron a irse, pero desde hace unos tres años el equipo había permanecido con los mismos jugadores ya que se habían llevado unas grandes victorias debido a la organización que tenían todos para ganar un partido siendo compañeros.

—¡Monumento holandés! —volvió a balbucear la chica de mi lado cuando la pelota le quedó a Sven. Yo inevitablemente sonreí.

Realmente era un monumento holandés, Sven era demasiado guapo. Sus rasgos holandeses se notaba a flor de piel. Cuando lo había conocido su cabello estaba mucho más rubio de lo que es ahora, solo que con el pasar del tiempo sin saber el porqué su cabello comenzó a mezclarse con algunos tonos castaños sin usar tintura. Sus increíbles ojazos azules seguían siendo hipnotizantes, electrizantes, similares a un océano profundo. Sus rasgos faciales estaban mucho más definidos y finos que cualquier otra persona que conocí y ni hablar de aquellos casi dos metros de altura que volvía completamente loca a cualquier persona que lo mirase.

Sven golpeó la pelota cuando sus rivales intentaron cerrarlo y cuando pensamos que se iría afuera, una pierna estirándose lo impidió.

—Diablos...—pronunció su amiga cuando lo vio. Y esa era la perfecta descripción que le quedaba 《Diablo》

Incluso su arrogancia se lo había catalogado así, él mismo se esmero en que las personas lo reconocieran con aquel apodo aunque entre nosotros sabíamos cuán lejos estaba de serlo.

Thomas detuvo la pelota esperando que sus adversarios corrieran a buscarlo e implementó la distracción para que sus compañeros pudieran ubicarse cerca del arco.

—¿Quién es esa belleza? —insistió la chica.

Él era mi mejor amigo, el mejor amigo del mundo. Y a estas alturas no terminaba de comprender realmente porque las personas lo consideraban tan peligroso cuando entrenos era todo lo contrario, incluso con Sven. Pero aún con mucho esfuerzo creo que las comprendía un poco.

Acariciando tus curvas [trilogía #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora