06. La víbora Carter.

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Nunca me interpuse ante una petición de mi hermano

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Nunca me interpuse ante una petición de mi hermano. Jarvis y Lacie más que mis hermanos, eran mis padres. Había crecido con la imagen de ambos cumpliendo roles que no eran suyos y aunque biológicamente era hija de otras personas, en mi cabeza ellos eran mis padres. Pero aún así, a pesar de todo, Lacie me había educado lo suficiente como para tener presente a aquellas personas que nunca conocí y solo por ella los llamaba a ellos como hermanos.

No me interesaba para nada saber quienes me habían engendrado, de hecho había oído una vez que Lacie le decía a Jarvis que un hombre que decía ser mi padre quería conocerme cuando era una niña, pero cada vez que llegaba el momento yo inventaba que me dolía algo para no ir. No me interesaba conocer a una persona que, aunque los demás disfrazarán la realidad, me había abandonado. Nos había abandonado.

Amaba a mis hermanos más que a nadie en este mundo y nuestra unión era tan fuerte que jamás se había roto, entonces para mí sus palabras eran ley. Eran, porque en este momento odiaba la orden de Jarvis más que nada en este mundo. Y no era la única, Lacie tampoco estaba a gusto con ello porque no era secreto para nadie saber que se llevaba pésimamente con aquella mujer.

Nunca supe bien cual había sido la pelea entre las dos o porque se odiaban tanto y tampoco pregunte porque era un tema que Lacie evadía olímpicamente.

Con respecto a mí, la mujer tampoco me quería y no sabía si era por el simple hecho de ser hermana de Lacie así como también odiaba a Jarvis o porque Thomas no le prestaba ni la más mínima atención y solo estaba conmigo cuando habían reuniones familiares.

Thomas para esa señora era la luz de sus ojos, su único nieto en realidad porque esas habían sido sus palabras una vez que discutió con Amelie en frente de todos. Jarvis la odiaba por eso, porque había tratado a la pequeña Mae como una bastarda y nadie se lo había perdonado desde entonces.

—Te amo —susurra sobre mi cabello Sven, mientras seguía acariciando los nudillos de mis temblorosas manos.

Él sabía que no me gustaban las discusiones, sobre todo cuando denigraban a mi familia y no sabía exactamente el porqué. Siempre nos pareció injusto la manera en cómo la familia Carter exterior a los que conocíamos, nos trataban como basura simplemente por el hecho de que no teníamos tanto dinero como ellos. La principal amenaza había sido Lacie conquistando el corazón de Tae y su pesadilla se convirtió en realidad cuando Jarvis embarazó a Amelie.

Por suerte la familia de Sven no era así, solo nos habíamos visto unas pocas veces en algunas vacaciones familiares y habían sido de lo más amorosos conmigo. Él era hijo único, así que tenía toda la atención de sus padres y aunque pensé que sería difícil la relación con mis suegros por eso, fue todo lo contrario.

Intentando controlar mis nervios escucho como Mae canta las canciones de su banda favorita con sus auriculares puestos en el puesto de copiloto y observo como Jarvis sonríe mientras le da mirada fugitivas. Amo la unión que tienen ellos dos, el increíble padre que es él con ella y sus ojos brillosos cada vez que la ve como si fuera lo mejor de este planeta.

Acariciando tus curvas [trilogía #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora