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Sergio estaba sin palabras, ¿ser la pareja de Max? no sabía qué responder

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Sergio estaba sin palabras, ¿ser la pareja de Max? no sabía qué responder... aún no estaba muy confiado de sentir lo mismo que él. Por dios, pero si se acababan de comer la boca como unos salvajes. No, eso no tenía nada que ver.

—Yo... —Un gran estruendo que iluminó todo por un segundo no lo dejó terminar, seguido de fuertes gotas que caían sobre ellos mojándolos al instante. En pocos segundos ya se encontraban empapados.

—Checo, salgamos de aquí rápido o enfermaremos —lo tomó de la mano para ayudarlo a levantarse y buscar su ropa. Cuando la hallaron no dudaron en echarse a correr, el camino a la cabaña no estaba lejos pero la lluvia hacía todo más largo.

Ambos corrían cubriéndose el rostro con sus brazos para que la lluvia no les bloquee la vista, hasta que por fin llegaron.

Sergio sintió un gran y tonto alivio de que no haya nadie que cerca que los vea, ¿Y cómo habría alguien, con la tormenta que se había desatado?.Parece que estuvieron tan centrados en sus juegos y besos que no se dieron cuenta que el tiempo había cambiado.

Abrieron la puerta limpiándose en la entrada la suciedad de sus pies. Checo camino con rapidez y cuidado hasta el baño dónde sacó dos toallas, una se la lanzó al menor quien se secó rápidamente mientras tomaba su ropa y la ajena dejándolo en el cesto de la prendas sucias.

—Checo, estás helado —mencionó tocando sus manos y mejillas tan repentinamente que Sergio dió un salto, cualquier pequeño contacto suyo lo hacía reproducir en su mente una y otra vez la exquisita escena del beso, y eso lo hacía sentir escalofríos. —Deberías meterte a duchar con agua caliente o enfermaras.

Sergio se apartó de sus manos con cuidado —¿Y tú? También puedes resfriarte.

El pelinegro levantó las cejas—¿Me estás invitando a bañarme contigo?. —preguntó juguetón.

—Mejor cállate —el mayor frunció los labios y se encaminó hacia el baño cubriéndose la zona inferior del cuerpo con la toalla porque Max era un mirón.

El menor río solo negando con la cabeza antes de ir a buscar las ropas que se pondrían luego, el pecoso era todo un caso.

Sergio entró en el baño y no dudo en abrir la llave para que saliera el agua más caliente que hubiera en ese momento.

Dejó que el agua lo cubriera por completo mientras se recargaba en la pared y pensaba en todo lo sucedido. Se sentía confundido y asustado. Max estaría esperando una respuesta. Claro que sí. Pero no tenía idea de qué responderle.

Luego del baño ignoró completamente todo y fue a su habitación, tal vez dormir le ayudará a pensar mejor.

Y lo peor, es que sus pensamientos ni siquiera le dejaron dormir.

Y lo peor, es que sus pensamientos ni siquiera le dejaron dormir

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Passion between betrayal | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora