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Abrió los ojos con cuidado, se sentía calientito y protegido, los brazos de Max lo rodeaban completamente

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Abrió los ojos con cuidado, se sentía calientito y protegido, los brazos de Max lo rodeaban completamente. Dejo salir un suspiro ante los recuerdos de anoche.

Salió de sus brazos como pudo sin hacer ruido y procurando no despertarlo. Aún era temprano, pero seguro algunas actividades ya habían comenzado en el pueblo. Dejando eso de lado fue directo al baño.

Se sintió extraño al ver su propio reflejo, y la gran marca que adornaba su entré cuello y hombro. Cerró los ojos sintiendo que era mucho para él, los cambios por los que ahora pasaba lo dejaban pensado.

Y es que, en ese momento todo había sucedido tan rápido, él solo estaba con la cabeza hacia atrás, estirando su cuello demasiado extasiado con todas las sensaciones que lo abarcaban, mientras que el alfa no podía dejar de observar la pálida tez de la piel entre su cuello y hombro sudados, antes de que ambos se dieran cuenta, los grandes colmillos de Max ya se habían incrustado en la zona.

Volviéndolo un manojo de nervios, nervios que pasaron rápidamente a segundo plano por el placer del momento.

Y ahora, luego de que ya todo esté hecho, podía ver los resultados y solo podía pensar en lo asustado que se sentía. Él necesitaba de Max, pero tampoco deseaba molestarlo cuando se encontraba descansando, así que solo se limpió el sudor de las palmas y decidió que intentaría distraerse con el desayuno.

Pero, parecía que las cosas no estaban a su favor ese día, porque Lewis, el alfa del tal George, había tocado la puerta diciendo haber sido enviado por Carlos, ya que el alfa estaba demasiado ocupado siendo líder, y necesitaba que Sergio vaya a realizar cacería apenas termine de comer, puesto que necesitaría de fuerzas y energía.

Cuando estaba poniendo los platos sobre el comedor observó a Max acercándose hacia él con una gran sonrisa. Le dio un beso corto en los labios y susurró un "buenos días" eso lo hizo sentirse bien, debía admitir que le gustaba todo esto, pero aún se encontraba asustado de todo lo nuevo que acontecía en su cuerpo

Cuando se sentaron a disfrutar del delicioso desayuno Sergio le comento lo que había ordenado Carlos.

—Dice que debes ir a cazar una vez termines de comer, No te preocupes solo será un rato

—Oh...—Max hizo un puchero, —me hubiera gustado quedarme junto a ti, Checo...

El mayor sonrió con las mejillas calientes —También me hubiera gustado eso. —admitió, su mano se levantó con la clara intención de tantear la marca rosada en su cuello, pero la detuvo a medio camino haciendo un movimiento raro y torpe.

Max observo con demasiada intensidad aquello, joder...

Luego de haberse llenado el estómago, ambos se levantaron, el menor tomó los platos y los llevó a limpiarlos alegando que Sergio ya había hecho demasiado y él también debía ayudar.

Con las manos húmedas e importandole poco eso, volteó tomando a Sergio de sus estrechas caderas y lo apagó bruscamente a su cuerpo.

Se tragó su jadeo fundiendo sus bocas, incluso bajando las manos a sus esponjosos glúteos, apretandolos y recordando lo sucedido la noche anterior, se tomó el atrevimiento de frotar sus músculos húmedos con demasiada intensidad antes de separarse finalmente.

Passion between betrayal | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora