Fernanda había pasado demasiado tiempo soñando y deseando a su instructor de equitación.
Kim Taehyung es un ex competidor profesional cual su padre contrató y pagó una millonada para instruir a su hija.
Este era centrado y serio pero la joven solo podía desearlo con cada día que pasaba. Como se dejaba caer con gracia sobre el caballo, como se movía y como dominaba al animal, así que sí.
Ella no prestaba atención a sus clases. Y por ello este la regañaba con esas miradas por encima del hombro.
El día era pesado, ella no había tenido sus clases en 5 días. Era su periodo y no se le antojaba, ahora. Con las hormonas a tope veía al instructor preparar el caballo que montaría.
Y podría jurar que sus ojos brillaron de deseo ante el. -En vista de que pareces no entenderme con las explicaciones, y demostraciones- alzó una ceja -Subirás conmigo al caballo.- esta tragó en seco ante aquello.
Pues eso significaría que el cuerpo de su instructor estaría tan pegado a ella como para hacerla delirar y que aquellos saltos y movimientos no harán más que provocar sus pobres hormonas.
-No…- trató de negarse, pero seamos francos, era la única oportunidad que tenía para sentirlo, y aunque no sea de la forma en la que sueña, al menos es algo.
Aclaró su garganta y lo siguió hasta donde estaba el caballo, acomodó su pantalón y odió haberlo usado, le ajustaba mucho, y aquello podría provocarle incomodidad así que hizo la nota mental de no usarlo más luego de ese día.
Ella subió antes y cuando el cuerpo duro del castaño dio con el suyo contuvo un jadeo. Aquello le había encantado.
Lo apretado de la silla, aquello provocaba que sus cuerpos fueran más juntos. -Iremos lento- dijo como un susurro, aquello fue un deleite, un martirio también.
Porque esa voz ronca y aquella frase se sintieron en su centro.
El caballo comenzó a moverse y con ello ambos, el cuerpo del castaño se enseñoreaba contra el suyo y este no hacía más que tensarse, contraerse.
Incluso en algún momento, tratando de alejar su cuerpo del otro acabó torcida y cuando la mano grande y dura del instructor fue a su cintura para enderezarla sintió que moriría. -Voy a adelantar el paso- informó pero su voz no salía.
Podía sentir cada parte de su cuerpo tras ella y eso le encantaba, los roces eran otra cosa, y aquel punto de placer cual hasta hace unos minutos era rosado de manera peligrosa por su pantalón y que ahora con el galope a tope y el instructor que desea tras ella, tocándola, oliéndola. Deseó venirse.
Deseó correrse contra su cuerpo, deseó gemir su nombre como una loca y deseó ser vista por el. Tomada por él.
Su cabeza fue a aquel sueño que la perseguía, él desnudo completamente en las caballerizas mientras ella le daba placer con su boca. Él tomándola desde atrás y ella mordiendo sus labios para no gritar.
Se frotó. Lo hizo adrede para liberarse de alguna forma. Aquello le encantó así que lo hizo otra vez.
Mordió su labio y puso sus ojos en blanco cuando el instructor hizo correr el caballo con más ganas, sus cuerpos se pegaron más y su punto dulce se frotó de manera más deliciosa.
Aquello la hizo desear venirse con más ganas. Comenzó a saltar por su cuenta olvidando siquiera su entorno cuando su centro se tensó alrededor de nada, su cuerpo tembló y se fue hacia delante cuando su orgasmo la golpeó como una bala. Y de no se por la mano cual el instructor pasó con rapidez por su cintura habría caído del caballo. -¡Pero que mie…- este no entendía porque el cuerpo de la menor temblaba de esa manera.
Detuvo el andar del caballo y bajó, esta también lo hizo, mejillas sonrojadas y piel sudorosa y una cara de recién follada que no lograba disimular.
Salió corriendo de la vista del instructor tratando de pasar por las caballerizas y llegar a su cuarto. Estaba muy loca por venirse así, pero le había encantado, se sintió como si lo montara a él.
Su mano fue tomada y con ello fue acorralada contra la pared de madera, estaba oscuro pero no tanto, aún el sol no se acostaba. -¿Como haces eso?- dijo con voz ronca y con una dura erección tomando parte de su trasero.
Tomó asiento en un banco y ella sobre el, de espaldas, -Hazlo otra vez- pidió con voz ronca, no le importaba suplicar. Y ella.
Ella lo deseaba, lo deseaba tanto que se movió sobre su erección como si montara un toro salvaje y este enterró sus dedos en su cintura. -Bájate el pantalón- ordenó y Fernanda lo hizo, mierda que si.
Lo dejó a sus rodillas y se sentó sobre la ahora también desnuda hombría del hombre. Sus pieles ardieron cuando este entró en ella de manera dura. Como un animal en celo.
-Ahhh- gimió contra su oído y aquello fue suficiente para la chica y lo montó con ganas. Él era grande, mucho. Así que no tenía que preocuparse por que se saliera.
Sus pechos fueron amasados con ganas hasta hacerlos doler y su cuello mordido. Aquello era un deleite.
-Más fuerte maldita diabla- la apretó y aquello la hizo acabar de manera dura sobre su polla. Bañándolo. -¿Como haces esto?- prácticamente gritó.
Se puso de pie con ella apretándolo en su interior y comenzó a moverse mientras la apretaba contra la pared de madera.
Sus pieles sudorosas y gemidos llenaron el lugar y como si de un animal se tratara la llenó con ganas hasta que su humedad salpicó.
Mierda que lo hizo
-Vamos a mi cuarto- dijo esta entre jadeos.
-Eres…
-Tuya, toda tuya Kim Taehyung
Escrito por: solounacarabonita
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Peccati Ardente
RandomMi cuerpo arde con solo verte. El deseo crece con solo olerte. ¿Qué pasará si me tocas? ¿Qué será de mí? Placer es lo único que quiero, pero soy selectiva, quiero que me lo otorgues tú. ...Recopilación de Oneshot...