Capítulo 7: Y mis amigas me dicen

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Datos Día Riko

Tema del grupo Senku & Kohaku: Libre.

Tema seleccionado: Masturbación femenina.

Mes: Agosto.

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Domingo, 27 de septiembre.

Los besos de Senku eran increíbles y siempre la hacían enloquecer, ella recordaba cada caricia y cada beso suyo como si del más sublime recuerdo se tratase. Imaginaba sus labios sobre los de ella, así como imaginaba esos labios recorriendo cada parte de su ser. ¿Qué más daba que estuviera en casa y sintiera que una parte de ella necesitaba reprimirse? Kohaku no podía evitar anhelarlo, no podía evitar querer que ese chico con cabello de cebollín volviese a tocarla, y esa mañana su cuerpo había despertado con más ansias de él.

No sabía por qué, pero su sueño la había trasladado a esos momentos en California, en donde habían estado juntos, en lo cómoda que era la cama de la mansión, en lo enorme que se veía su miembro cuando ella lo tomaba entre sus manos, incluso en el sabor de su leche, que era algo que no dejaba de extrañar. ¿Qué más daba si escuchaban su respiración entrecortada en ese momento? Ella sabía que no podía más, que necesitaba suplir esa necesidad imperante de tocarse en ese momento.

Sentía como si la cama fuese más caliente, como si el cuarto la sofocara, incluso a pesar de tener el aire acondicionado encendido en ese momento. Se quitó la sábana sin ninguna vergüenza, y sabiendo que no le importaba si la cachaban en ese momento haciendo esas cosas, y posteriormente llevó sus manos a sus pechos, masajeando suavemente y concentrándose en aplicar ciertas caricias como si de Senku se tratase. Imaginaba sus manos y el recuerdo de cómo exactamente él la tocó en esos momentos, la lujuria desatada, los labios del científico en esa región tan sensible.

Metió ambas manos por debajo de la camisa y estimuló con más deleite, no entendía cómo era posible que estuviera tan excitada, si ni siquiera lo tenía cerca, ni siquiera lo estaba viendo realmente, pero su imaginación estaba demostrando cuán lejos podía llegar. Era como si realmente pudiera verlo y tocarlo, como si sus propias manos se hubieran transformado en las de él.

Kohaku ahogó un gemido como pudo, cuando por su mente la imagen de la lengua de Senku en sus pezones la hizo saber que su cuerpo había alcanzado niveles de calor insospechados.

—Senku... —gimió suavemente, mientras apretaba un poco más fuerte los pezones para alcanzar una mayor fricción. Al mismo tiempo, mantuvo sus piernas cruzadas, intentando sentir algo de presión en la entrepierna, mientras se dedicaba a estimular sus pechos.

Pero no era suficiente esa fricción, quería más, necesitaba más, y no tenía ni idea de cómo lograría homologar lo suficientemente bien el tamaño del miembro de Senku con esas caricias que se estaba provocando. Se mordió un labio, mientras con su mano derecha descendía a su intimidad, mientras la izquierda permanecía estimulando el pezón, quería gemir más fuerte, pero se contuvo.

"No puede ser que esté disfrutando tanto esto" —pensó, casi sintiendo que era incapaz de reconocerse a sí misma.

Metió la mano por el short de su pijama y también por dentro de la ropa interior, no quería darse caricias superficiales, quería estimular todo cuanto pudiera, quería alcanzar el orgasmo tras imaginarse plenamente a ese chico que había conocido en California y en el que no dejaba de pensar.

Rápidamente, su mano se encontró con su clítoris, que con apenas un ligero tacto la hizo sentir esa "descarga" que recorría todo su cuerpo cuando la excitación se acrecentaba. Era sublime esa sensación y quiso acariciar un poco más, jugueteando, haciendo un movimiento circular alrededor del clítoris mientras arqueaba la espalda ante el estímulo.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2023 ⏰

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