Capítulo 4

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Mina estaba ansiosa, ese día en particular iría a buscar a Tzuyu para el reencuentro tan esperado por ambas en el penitenciario, tenía su agenda ocupadísima desde que comenzó a investigar más a fondo a la menor, luego de dejar a su hermana con ella, tendría que comenzar a hacer muchas entrevistas.

Fue ahí cuando recordó que tenía muchas entrevistas que hacer y aún no tenía una videograbadora. Entro en crisis.

¿Ahora de dónde sacaría una?

Se levantó de su escritorio y salió a la oficina del bufete, vio a Nayeon distraída entre algunas planillas y decidió preguntárselo.

—Hey, Nayeon. —Llamó su atención, la secretaría levantó la mirada con sus lentes levemente hacia abajo y los acomodo, escuchándola. —Por alguna casualidad de la vida ¿No tendrás una videocámara?

—Yo no. —Negó apenada. —Pero creo que mis padres tienen una, les puedo preguntar. —Eso le dió una pizca de esperanza a la abogada.

—¡Gracias! Avísame por favor. —Suspiró aliviada y volvió a su despacho.

Más tarde conducía en busca de Tzuyu, la dirección que le había dado la menor era de un barrio bastante peligroso, eso le preocupó mucho, para una joven como ella el lugar parecía bastante tétrico.

Estacionó frente a una casa que a simple vista parecía abandonada, por la descripción de esta pudo acertar que esa era la casa de la infancia de Chaeyoung, coincidía totalmente con los registros de sus archivos, su corazón se rompió al recordar todo lo que la menor le contó de su infancia allí, no podía creer que Tzuyu seguía viviendo el mismo calvario.

Esperé alrededor de cinco minutos y la menor salió por la puerta mirando alrededor hasta que dió con el auto de Mina.

—Hola. —Saludó tímidamente al ingresar al asiento copiloto, jugaba con sus manos de manera bastante notoria así que Mina dedujo que estaba pasando por mucha ansiedad en ese momento.

—¿Cómo estás, Tzuyu?. —Preguntó amablemente y Tzuyu sonrió en respuesta.

—¿La verdad? No tengo idea de lo que estoy sintiendo, estoy asustada, nerviosa.. emocionada y.. un poco triste, no lo sé, ya quiero ver a Chaeyoung. —Mina sonrió comprendiendo y arranco el auto, dirigiéndose a su destino.

Tzuyu tímida seguía a Mina por detrás en los pasillos hacia la sala de espera, arreglaba su aspecto constantemente debido a la ansiedad, la japonesa también estaba ansiosa por ver el reencuentro.

Ambas se sentaron en la mesa de siempre esperando que el guardia trajera a Chaeyoung a la habitación, una vez que escucharon la puerta ser golpeada entró la coreana con el semblante enojado pero al levantar la mirada y ver a Tzuyu, sus ojos brillaron y al instante se llenaron de lágrimas.

—¡Tzuyu! .—Chilló como una niña pequeña, la menor en cuestión la abrazó, Chaeyoung recostó su cabeza en el pecho de la más alta debido a que no podía abrazarla por las esposas aún puestas. Si bien no tenían restricciones con el acercamiento las esposas eran obligación para alguien con el historial de la coreana. —Estás enorme. —Exclamó lloriqueando. El corazón de Mina se estrujó al ver la escena.

—Te extrañé tanto. —Dijo Tzuyu llorando también.

—Perdóname, perdón por todos estos años que no estuve. —Rogó, Mina sintió que sobraba ahí y que era un momento muy íntimo pero no podía salir de allí.

—No importa nada de eso ¿Ok?, solo importa que estés bien y que podamos salir de ésta. —Lo último lo dijo casi susurrando, Mina decidió mirar lejos de la escena intentando darle más privacidad.

Luz delito / MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora