El día del juicio.
La camisa se le pagaba en sus axilas del nerviosismo que le generaba la situación, Mina estaba con un pequeño abanico soplandose reiteradas veces tratando de aliviar la ansiedad y sentirse más fresca, aunque su cabello estaba recogido sentía el sudor correr desde su frente hasta la punta de los pies.
—Dios... Mina.. tranquila, todo va a salir bien. —Se dijo a sí misma por lo bajo en un intento de entrar en calma.
Su jefe venía riéndose por el pasillo con algunos socios cuando la cruzo, se acercó con la mejor cara y toco su hombro, asustandola y sacándole de su trance.
—Abogada Myoi, ¡Es tu primer juicio! ¿Cómo te sientes? . —-Mina forzó una sonrisa y asintió.
—Perfecta. —Mintió. —Ya casi es hora ¿No?
—¡Claro! podemos ir acomodandonos. —Todo a partir de ese momento paso tan rápido para Mina, Chaeyoung llegó momentos después de que ella se acomodara con varios guardias escoltandola, la rubia llevaba la cabeza en alto, completamente seria, pero cuando vio a Mina relajó sus facciones, aunque no del todo ya que la japonesa estaba tan profesional con su cabello recogido sin demostrar ninguna emoción lo que hizo que un escalofrío la recorriera por toda su espina dorsal, esa actitud de Mina hasta el momento no la había visto.
Sabía que detrás de toda esa amabilidad, la mayor tenía carácter, estaba consciente de su lugar y su poder, demostraba mucha confianza en sí misma y era eso mismo lo que le brindaba seguridad a la hora de confiar en ella.
Camino hasta el centro con una gran cantidad de personas mirándola de manera despectiva, no se intimidó por eso, simplemente llegó a la mesa que compartiría con Mina y su jefe, dejando que el juicio comience de la manera que corresponde.
Estaba nula ante todo lo que decían de ella y su caso, la apuntaban de manera tan atroz con imágenes horrorosas sobre el caso que sabía que no había forma de que el juez cediera ante eso, así que dejó de prestar atención.
Hasta que llegó el momento de Mina.
Todo a partir de ese momento sucedió muy rápido, Mina se destacó en todo su esplendor comentando cada uno de los detalles que le facilitó con respecto a cada uno de los casos, estaba impresionada hasta vio que incluso convenció al público y al juez de todo lo que hablaba, de cómo Chaeyoung era una víctima y reaccionaba ante las acciones de cada una de las personas que se cruzaron por su vida, la menor tomó un suspiro aliviada, al parecer lo había logrado, estaba casi segura de que no la condenarían a muerte, quizás tenga una pena de unos cuantos años y su largo legado de ser fugitiva por fin iba a terminar.
Hasta que sucedió la sentencia.
—Bien, finalizando este juicio.. Son Chaeyoung, bajo los cargos de homicidio calificado, homicidio en primer grado, homicidio agravado... —Comenzó a enumerar el juez, Mina internamente dejó de escuchar, rogando que todo haya resultado como esperaba mientras, Chaeyoung por su parte, mantenía la cabeza en alto, intentando mantener fuerzas para lo que venía, miró hacia atrás y vio a Tzuyu con los ojos cristalizados, su corazón dolía, quería volver atrás y cambiarlo todo, no dejar que la ira le invada ante las injusticias para poder estar al lado de Tzuyu y acompañarla. Era la única que valía la pena en su desgraciada familia. —Es condenada a nueve cadenas perpetuas. —Sentencó, el estado de ánimo de Mina cayó, sintió ganas de vomitar, Chaeyoung agachó la cabeza y lo acepto, incluso la gente que había sido convencida por la defensa de Mina se sorprendió. —Sin descartar la pena de muerte.
El juicio terminó, Mina estaba pegada a la silla sin poder creerlo aún, la gente comenzó a salir e inevitablemente Chaeyoung fue tomada por los guardias otra vez.
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Luz delito / Michaeng
Hayran Kurgu1990. Mina lleva años comiéndose libros para ser una de las mejores abogadas que pisa Texas, una ciudad bastante caótica y conocida por sus atroces crímenes, cansada de tanta injusticia tras vivir la misma en carne propia, pasó largos años de su vid...