Capitulo 4

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Jacob

Desde en el momento en que la vi en aquella cafetería quede locamente enamorado de ella, no sé cómo paso o porque fue que paso, pero hubo algo en ella haciendo que se robara mi corazón al mirarme con esos bellos ojos heterocromáticos y su sonrisa radiante. Aunque me negara que solo es un sentimiento pasajero, que solo es por su atractivo al igual que todas las chicas con las que eh estado lo cierto era que no, por mas que tratara en pensar en otra cosa no me la podía sacar de la cabeza, no me podía sacar de la cabeza sus bellos ojos, su piel canela, su pelo castaño oscuro, sus ojitos un poco chinitos cuando muestra su sonrisa, todo en ella me fascino de una manera en la que nunca me había fascinado por una mujer

Estaba dispuesto a saber todo de ella, a investigarla para poder conquistarla, si era falta hasta iría a esa cafetería todos los días para poder verla y que me sonrisa de la misma manera que me sonrió esa misma tarde cuando la conocí

Pero las cosas se volvieron turbias esa noche, fui a una supuesta "subasta" en el lugar de mi hermano Emilio, ya que él viene a estos eventos para reclutar a chicas para meterlas en el negocio de las drogas, se encargan de empacar la droga para mandarla al extranjero, pero para mi suerte me toco ir esa noche. Detestaba esos lugares tan despídales donde solo vendían a esas pobres chicas para fines despiadados, pero yo no podía hacer nada...aunque fuera el rey tengo incluso mis limites que tengo que respetar para no hacer una guerra

Pero cuando la vi ahí...cuando vi a Sara en esa sala, con ese vestido revelador fue como si me agarraran el corazón y me lo hubieran sacado del pecho, no podía permitir que alguno de estos imbéciles se la llevara para hacerle quien sabe qué. Así que inmediatamente mande a dos de mis hombres a hablar con la dueña de este espantoso lugar para que me de a la chica sin exigencia de nada o si no la matare, no me importa si se viene una guerra, pero no dejare que se la lleven

Para la suerte de la dueña accedió sin protestas, mis hombres me dijieron que ya Sara estaba de camino a la mansión lo cual me hacía bastante feliz, terminaría aquí y me iría corriendo a verla

Después de esa noche todo se ah vuelto de maravilla, se que Sara tiene miedo, se que mi princesa no confía del todo pero hare hasta lo imposible para poder ganarme su corazón, este sentimiento nunca lo eh sentido por nadie pero ella con tan solo una mirada logro adentrarse en el tan profundamente que ahora es imposible de sacar, pero no me importaba, ya no importaba yo, ahora todo era ella, toda mi protección va a ser para ella, no dejaría que nada le pasara mi princesa

-¡Jefe necesitamos que responda inmediatamente! – uno de mis hombres me hablo por el intercomunicador que tenia en mi oreja especialmente para escuchar a mis hombres

-¿Qué pasa?

-¡Nos están atacando jefe, están atacando la casa, son demasiado hombres armados!

Sara....

Eso fue lo único que pensé eh inmediatamente al escuchar eso Sali corriendo de mi oficina para irme a la mansión junto con mis guardaespaldas, hice que fueran lo más rápido posible, no me importaba si la policía me siguiera, soy el rey de la mafia alemana me podría librar de eso fácilmente, pero si algo le pasa a ella juro que ardere toda la maldita ciudad hasta encontrar el culpable

La espera en el trayecto fue desesperante y estresante para mi, me quite el saco y corbata que traía puesto dejándome solo la camisa arremangada y unos botones sueltos

-¡VAMOS MAS RAPIDO! -di un puñetazo al asiento de la desesperación que sentía al ver que no llegábamos, daré con el maldito que se atrevió a entrar en mi casa

Al llegar todo el combate había cesado, ya no se escuchaban disparos o algo por el estilo, aun así, saque mi arma para estar alerta por si estaba algún tipo escondido. Había varios cuerpos sin vida por el suelo, sangre por todo lado, la casa era un desastre completamente, pero lo que más me preocupa era Sara...mi princesa

SUBASTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora