Capitulo 25

8K 396 47
                                    


Jacob

Verla dormir nuevamente a mi lado con una de mis camisas me relajaba bastante, su melena algo despeinado en la almohada blanca, sus labios ligeramente abiertos y algo que ella no sabía era que dejaba una línea muy fina de baba en la almohada, pero incluso así se ve realmente hermosa. Acariciaba su mejilla quitando algunos mechones de cabello de su rostro, acomodándolos detrás de la oreja

Me gustaba bastante observarla mientras duerme, me trasmitía paz y tranquilidad, esa paz que anhelaba sentir en todo este mes que pase sin ella, pero ese momento a "solas" me hizo entender muchas cosas, a reflexionar que Sara es todo para mí y que su ausencia era como una puñalada al corazón. Me hizo querer estar día y noche con ella, estar ahí cada vez que me necesite y a tenerla aún más vigilada, no quiero que se vuelva a alejar de mí, no quiero volver a despertar y no poder sentir su aroma y el calor de su cuerpo abrazando el mío

Mis noches ya no iban a volver a ser frías, voy a poder dormir nuevamente sin preguntarme que es lo que estará haciendo, pues la iba a mantener conmigo en todo momento, de eso ya me encargare yo

Pero sus palabras volvieron de golpe a mi memoria, iba a quedarse en ese absurdo apartamento, sin mi...

Hasta que volviera a conquistar su corazón, pero seamos sinceros, ya lo hice. Solo que le mostrare que puedo seguir tratándola como se merece, aun cuando este absurdo acuerdo acabe la seguiré tratando igual, porque Sara lo es todo para mí, si algo le pasara... no podría soportarlo, no podría vivir ni un segundo más sabiendo que ya nunca más la vere y sentir

Me levante de la cama dejándola ahí dormida, envuelta en la sabana que cubría la desnudez de su cuerpo, yo me puse mis boxers y un pantalón de pijama para después bajar a la cocina para prepararle el desayuno a mi reina, hace mucho que no la consiento de esta manera y toca aprovechar cada oportunidad que tenga para hacerlo

Trate de no hacer mucho ruido para que no se despertara, pero el olor a comida recién echa comenzó a esparcirse por toda la habitación y yo solo imploraba para que Sara no despertara por el olor, cocine lo más rápido que pude para no hacerla esperar más, corte algunas fresas para ponerlas en un tazón y comencé a poder todo en una bandeja para llevárselo a la cama, subí las escaleras con sumo cuidado para no botar nada

Para cuando llegue ella ya estaba comenzando a buscar mi camisa en el suelo para ponérsela, no se había dado cuenta de mi presencia así que me acerque un poco quedando frente a la cama, viendo su espalda marcada, amaba ver esas marcas, demostraba lo fuerte que ella es y lo valiente por seguir en este mundo pero a la vez la rabia en mi interior se intensificaba, estaba muy cerca de tener a esos ineptos, solo quiero poder verles el rostro para arrancarles las uñas y la piel, deseaba que tuvieran una muerte lenta y dolorosa por todo el daño que le causaron a mi mujer, arrebatándole su inocencia y niñes

Relaje mis manos al ver como estaban dando presión a la bandeja con comida, dejando mis nudillos blancos, Sara al verme dio un ligero respingo, pero luego sonrío con ternura

-Buenos días lobito

Me acerque a elle para sentarme a su lado y dejar la bandeja en sus piernas, para acercarme y darle un pequeño beso en los labios

-Buenos días hermosa, te prepare el desayuno

Sara volvió a ver la bandeja y sus ojos comenzaron a brillar, comenzó a comer y yo me deleitaba con verla

-¿Ya desayunaste? – reí un poco para ver su cuerpo

-Luego lo hare...

Sus mejillas se tiñeron de un rosado muy leve al entender lo que quería decirle, yo me levante ya que el móvil comenzó a timbrar, lo tome y descolgué para alejarme un poco de la cama

SUBASTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora