SUBASTADA

Capitulo 33

Jacob...

-¡No mas por favor, estoy cansado, mi cuerpo ya no resistirá más!

Gritos de agonía...

Era la segunda cosa que me encantaba escuchar, La primera era claramente los gemidos de mi mujer mientras la follaba

-Sigue...

Uno de mis hombres continúo dándole palizas a Jonathan mientras yo fumaba un cigarrillo en una esquina del contenedor donde nos encontrábamos, el olor de la sangre que estaba en mi cuerpo se mezclaba con el olor del cigarro al expulsar el humo. Mi enojaba se relajaba un poco al ver a esos dos infelices ser torturados de la mejor manera, sus cuerpos estaban flacos incluso podía ver como los huesos de sus costillas se veían reflejadas en la piel debilucha de este par

Había múltiples heridas en sus rostros, unas ya cicatrizadas, pero si yo queria las volvía a abrir, nada de lo que estaba pasando estos hijos de perra se comparaba con el dolor físico y emocional que le causaron a Sara, sin embargo, me alegraba ver sus rostros llenos de agonía y sufrimiento al no saber cuándo será su final. Sus destinos los tenia en mis manos y lo estaba gozando demasiado. Estaban viviendo el infierno en persona

-¡Basta por favor, basta!

Sonreía mientras expulsaba el humo de mis labios, mirando el como aun el cuerpo de Jonathan se movía como una lagartija tras las palizas que les estaba dando. Yo Sali de mi escondite para dirigirme hasta su padre quien tenía la mirada agachada, pero escuchaba y veía todo lo que le estaban haciendo a su primogénito

-¿No dirás nada?, ¿ni una sola palabra al ver como torturo a tu hijo sin piedad? – no levanto su rostro, lo mantuvo agachado todo el tiempo y eso me daba rabia, queria que me viera, que se grabara perfectamente mi rostro en su memoria. Por que seria yo quien iba a acabar con su vida

Así que con el cigarro en mis dedos se lo puse en la garganta quemándosela, provocando que levantara su mirada con dolor y furia, viendo fijamente el mío a lo que yo sonreí

-Así esta mejor, tío

-Eres un hijo de puta – me acerque mas a él

-Lo se, pero este hijo de puta, es el rey...

Eso lo enfureció aún más, tensando cada musculo de su cuerpo y mandíbula viéndose una venita resaltada en su frente. Pero luego comenzó a sonreí fastidiándome ahora a mi

-¿Cómo esta tu madre?, recuerdo que era toda una mamacita la ultima vez que la vi – rio – moría por follarm...

Le di un uñetazo en su mandíbula, haciendo que expulsara sangre de su boca y cayera en la mejilla de su hijo que estaba al lado mirándonos con la poca fuerza que tenia

-¡No te atrevas a hablar de mi madre imbécil! – siguió riendo

-Es una verdadera lástima..., tu padre fue un completo tonto al acostarse con todas esas mujeres teniendo a tu madre en casa. Si hubiera sido mi mujer, me la hubiera cogido día y noche sin parar – eso fue lo que desbordo mi paciencia

Cogí su cabello, manteniendo su cabeza firme y comencé a darle múltiples puñetazos llenos de rabia, sintiendo como los huesos de su cara se comenzaban a romper y salir sangre de su rostro dejándola irreconocible por lo roja que estaba. Mis nudillos comenzaron a abrirse, pero no le tome importancia, estaba cegado por el enojo de ese momento

No iba a dejar que hablara así de mi madre, no después de todo lo que sufrió por su maldita culpa

-¡Déjalo!

Pare en seco al escuchar la voz de el otro infeliz a mi lado, mirándolo con la misma rabia. Deje a su padre para acercarme ahora a él y mirarle, mi pecho subía y bajaba por la respiración agitada, mis nudillos abiertos palpitaban y sangraban haciendo que las gotas cayeran en el suelo. Pero nada de eso se comparaba con la ira que sentía en el momento