SUBASTADA

Capitulo 18

Jacob

Ha pasado una semana desde que vi esos mensajes en el teléfono de Sara, parte de mi le creía, la parte enamorada le creía, pero mi parte mafiosa, esa parte que mi padre se aseguró de que desconfiara de mi propia sombra me decía que no le creyera nada. ¿Pero cómo no le iba a creer a la mujer de mi vida?

Me sentía como un completo idiota por huir sin antes dejar que se explicara, soy un total cobarde por hacerle eso, joder...que idiota

Eh recibido múltiples llamadas de ella en esta semana y no se las eh contestado por que no sé que decirle, le dije tantas cosas horribles y además de eso me dejé llevar por el enojo y le dije que su secuestro era toda una farsa

Mierda...

Mierda

MIERDA

Nunca me va a perdonar y me lo merezco, me lo merezco por ser un completo idiota, si tan solo no hubiera seguido a mis instintos que mi padre deje implantados en mi perfectamente como una jodida astilla. Sara...mi reina hermosa, perdóname joder, no quise decir nada de lo que te dije

Me encontraba en uno de mis condominios aquí en Rusia, a unos treinta minutos de donde se encontraba Sara, todo esta echo polvo, vidrios rotos por el suelo, botellas de alcohol en la mesita del sofá y un olor a cigarrillo que emanaba en todo el lugar. Estoy días me eh consumido en alcohol, llamo todos los días cada cinco minutos a Romanov para ver cómo estaba Sara y su respuesta me dolía aún más. Estaba destrozada y todo por mi culpa

Joder, ¿Qué eh echo?

Quiero ir con ella, quiero abrazarla, sentir el calor de su piel, sentir sus besos en mis labios, ver sus ojos radiantes de alegría, pero soy un completo cobarde. Me equivoqué y ahora no sé cómo enmendarlo, le dije tantas cosas horribles que un simple "perdón, mi vida" no era suficiente. Ella se merece más que un maldito perdón de mi boca, pero yo no sé qué decirle, no sé qué hacer

¿Chocolate?, no eso siempre lo hacen

¿Flores?, no, eso también lo hacen a menudo, yo quiero algo original

¿Y si le compro un carro?, ¿o una casa?, ¿o un centro comercial entero?

¡JODER!, no sé qué darle

-Majestad, la reina está aquí, la dejamos pasar, ya va para arriba

Me pare rápidamente del sofá al escuchar por el radio a uno de mis hombres, mi corazón comenzó a latir frenético.

Mierda, Sara está aquí

Eso me alegraba y me asustaba a la vez, ¿Cómo dio conmigo?, ¿a qué venia? Tengo un aspecto horrible, no me eh duchado en esta semana y además huelo a alcohol. Mire a mi alrededor, no podía hacer mucho la verdad, todo era un completo desastre

Escuche el pitido del elevador abrirse y rápidamente me encamine a él, pero al ver la figura femenina me pare en seco con asco en mi semblante, No se trataba de mi mujer, si no de Natalie, maldita perra. No sabía dónde había guardado la puta arma para dispararle, la más cercana sería la de mi habitación, pero no sé si ella estará armada

Mierda

-Solo vengo a hablar

-Hablar una mierda, ¡largo de aquí! – ella vestía con un chandal, se había teñido su caballera de castaño como el color de cabello de mi mujer. Seguro fue por eso que se confundieron mis patéticos hombres

-Por favor, Jacob, quiero hablar, después me iré, te lo prometo

Algo me decía que no le hiciera caso, pero ¿y si de verdad viene solo a hablar?, si intentara hacer algo yo ganaría, le doblo la altura y su musculatura por lo que luchar conmigo seria en vano y algo suicida