—Prometí que volvería a encontrarte —menciona Levi con una mirada pícara.
—Confiaba en tu promesa, pero no pensé que fueras a cumplirla tan rápido —replico con naturalidad, tratando de ocultar mi entusiasmo por tenerlo en frente.
—Auch, está bien que no quisieras verme de nuevo tan pronto. No había necesidad de decirlo —contesta con un tono indignado.
—Eso no es a lo que me refiero.
—Lo sé, lo hago por molestar.
—A decir verdad, se te da muy bien. Nunca mencionaste dónde vivías.
—De haberlo sabido hubieras ido corriendo a buscarme —dice con una sonrisa genuina.
—Sí se trata de ti incluso correría un maratón.
—Jamás había escuchado una mentira tan arrogante.
—¿Quién dice que es mentira?
—Un maratón, ¿en serio? ¿Viniendo del chico al que casi tenía que cargar o arrastrar para sacarlo de la cabaña e ir a correr?
—¿Qué haces tú en un parque? —decido preguntar para cambiar de tema.
—Yo venía de correr, siempre paso por aquí porque se obtienen bonitas vistas del atardecer.
—¿Desde dónde? El paisaje está bloqueado por la inmensa cantidad de edificios de la ciudad.
Levi chasquea la lengua antes de empezar a caminar con las manos dentro de los bolsillos. Sigo sus pasos hasta que nos detenemos en frente de un árbol alto que tiene un lado lleno de hojas y en el otro solo hay ramas.
—¿Alguna vez has escalado un árbol? —cuestiona y me dedica una mirada pícara.
—No, y tampoco está en mis planes hacerlo.
—Genial, entonces, cambio de planes.
Antes de que pueda reaccionar para evitarlo, Levi me carga y me pone sobre sus hombros.
—¿Qué demonios haces? Bájame.
—Subirás al árbol, eso es un hecho. Tus opciones son hacerlo por tu cuenta o dejar que te eche una mano.
—Ninguna opción me convence.
—Eres demasiado exigente.
—No, simplemente no me agrada la idea.
—Yo intenté hacerlo por las buenas y quería evitar obligarte.
Levi me sostiene con un brazo como si yo no pesara nada. Usa su otro brazo como soporte, con su mano derecha sujeta una rama y comienza a escalar con una habilidad impresionante. Al llegar hasta la cima, él se sienta sobre una rama gruesa. Con las piernas temblorosas, imito su acción.
—Este es uno de mis lugares preferidos en la ciudad. Es tranquilo, la mitad del mundo no puede verte y sobre todo, puedes admirar el paisaje en su máximo esplendor.
—Es muy lindo —respondo sin saber que me tiene más fascinado y sorprendido, las tonalidades del atardecer, la fuerza de Levi al escalar conmigo encima sin ningún problema o el brillo en sus ojos al hablar del árbol.
—¿Qué te gusta a ti de la ciudad?
—Antes existía un edificio excesivamente alto, el cielo se veía muy cerca desde ahí. Me gustaba porque me llenaba la sensación de estar en las nubes. Solía imaginar que eran algodón de azúcar, suaves y dulces, comestibles y perfectas para tener un sueño profundo.
—Me agrada ese tipo de creatividad e imaginación. ¿Qué pasó con el edificio?
—Lo demolieron para construir una fábrica o una sucursal para una estación de radio, no recuerdo.
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Amnesia [EN PAUSA]
RomansEstar juntos durante un mes en el campamento es tiempo suficiente para que ambos se tomen cariño y se conviertan en pareja. Pero, la relación que han tenido durante 5 años se ve gravemente afectada cuando uno de ambos sufre un accidente y gran parte...