° Capítulo 23 °

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Me encontraba terminando de ordenar mi ropa cuando escuché mi celular vibrar. Al encender la pantalla, me encontré con un nuevo mensaje en la barra de notificaciones. Era Levi.

Pide permiso para salir a las 6:00. 

¿A dónde iremos?

Es una sorpresa.

Está bien, don misterioso. ¿Hay algún requisito especial para esta ocasión?

El primero es ser mi novio y ese ya lo cumples. El segundo consiste en simplemente llevar ropa cómoda. Cuando quiera verte arreglado, te lo haré saber.

Con eso estás asumiendo que tendremos una cita formal.

Tú y yo tendremos muchas citas, Noah.

Por mí está perfecto.

¿Tienes ropa café?

Sí, ¿por qué?

Es que he visto en Pinterest fotos de pareja que llevan puestos atuendos parecidos y me parece una cursilería que te gustaría hacer. 

No te equivocas, sí me gustaría hacerlo. ¿Qué te pondrás?

Una playera y pantalón negro, con una chamarra y unos tenis café claro. ¿Tienes algo en tu armario que pueda combinar con eso?

Sí, un pantalón café claro y una sudadera negra.

Pues ya ha quedado listo.

Me has salvado de tener que hacer un desastre por todo mi cuarto.

¿Por qué lo dices?

Acabo de terminar de organizar mi armario y para decidir que me pondría para nuestra cita, tendría que haber desacomodado todo para encontrar algo de mi gusto.

Entonces, de nada por ayudarte ;)

Cada día me sigue sorprendiendo tu arrogancia.

Digas lo que digas, así te gusto.


Nuestra conversación terminó ahí, pues vi como el texto de "en línea" desaparecía por debajo del nombre de Levi. Salí de mi habitación para buscar a mamá e informarle que iba a salir. Busqué por toda la casa, sin embargo no la encontré; revisé el reloj y por la hora supuse que estaría en el jardín regando sus plantas.

Cuando salí por la misma puerta por la que Levi también salió para conectar la licuadora, la encontré poniendo tierra sobre una maceta. Mis ojos recorrieron el lugar con la mirada hasta localizar otro par de guantes. Me acerqué en dirección a mamá y me puse de rodillas a su lado, tomé otra de las macetas y empecé a poner tierra dentro de ella con una palita de metal.

—¿Qué estamos plantando?

—Margaritas.

—Pero no es temporada para ese tipo de flores.

—No importa la temporada, lo importante es el cuidado y el amor que recibe la planta.

—De acuerdo, entonces démosles mucho amor a estas semillas para que sobrevivan hasta la primavera.

—Esa es la actitud que me gusta. 

Disfrutaba mucho de pasar tiempo junto con mi madre, en especial cuando se trataba de compartir algo que a ambos nos mantiene entretenidos. La obsesión de mamá por las plantas comenzó desde que ella era una niña, le encantaba salir al jardín y darles agua a todas y cada una de las flores con su diminuta regadera de plástico color morado. Aquella regadera era tan pequeña que se tardaba el doble del tiempo necesario en regar las plantas, pero ella ni siquiera se molestaba. Cuando se mudó a su primer departamento, tenía un cuarto exclusivo para esto, estaba lleno de macetas y a dónde quiera que miraras, encontrabas una planta.

Amnesia [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora