🇺🇸 Los Ángeles, California
Madison pov'sLos Ángeles, un muy buen lugar para vivir, lleno de oportunidades y por su puesto gente famosa.
Vivir aquí es todo un sueño hecho realidad, no tenía nada de qué quejarme, pues vengo de una muy buena familia. Mi padre es dueño de uno de los más importantes bufetes de abogados en cuál en algunos años yo estaré al mando. Mi madre una famosa actriz que a participado en diversas franquicias de Hollywood.
Desde niña siempre he estado frente a cámaras, saliendo en revistas, noticias o entrevistas por parte de mis padres.
Me gusta mucho las canciones de Taylor Swift, la moda, verme bien siempre... pero definitivamente lo que más me gusta es el derecho, soy la mejor de la clase, pues me apasiona esta carrera.
Mi sueño era estudiar otra cosa, pero termine encariñandome del derecho.
Termine de peinarme para luego bajar a la sala y despedirme de mis padres y hermana para luego irme a la universidad.
—Ya me voy a la uni—avisé en voz alta antes de abrir la puerta principal.
Estaba apunto de salir de la casa pero mi padre hablo por lo que me detuve.
—No se te olvide que hoy tenemos la cena con los Maldonado.—me recordó mi padre
—¿Encerio es necesario que vaya?.—dije haciendo una mueca.
El niñito mimado de Alexis estaría presente, eso era obvio, y a decir verdad no es mi persona favorita.
—Muy necesario Madison.—respondió a lo que yo hice otra mueca, estaba apunto de hablar para negarme a ir pero me interrumpió.—vas a ir a esa cena y vas a presentar tu mejor cara, no quiero muecas, comportate como una Miller.
—Esta bien, bueno ya me voy.—acepte de mala gana para después salir al donde el chófer ya me estaba esperando para llevarme.
El trayecto de mi casa a la universidad es un poco largo.
[...]
Después de un largo viaje en automóvil llegué a la universidad y como hoy es el famoso día de los enamorados muchas parejas se estaban besando, combinaban ropa o llevaban regalos, cosa que a mí en lo personal me parece estúpido, el amor de debe de mostrar todos los días no solo una fecha.
Llegué al salón y lo primero que ví es al odioso de Alexis y su novia besandose, que mala imagen para empezar el día, si bien no es un secreto que Alexis me cae mal en ciertas ocasiones me da algo de lastima, pues su novia lo utiliza por fama, pero a mí su vida no me interesa en lo absoluto.
Me senté en uno de los asientos de las primeras filas que la maestra me había asignado, pero para mí mala suerte tenía a Alexis a un lado.
—¿No te cansas de acosarme?.—escuche que dijo Alexis.
Hay que ser muy egocéntrico como para pensar que alguien el cual no te soporta te está acosando.
—¿No te cansas de ser estúpido? Si por mi fuera me cambiaria de país con tal de no verte.—le susurré de modo a qué el nadamás escuchará
—Me harías un gran favor mudandote creeme.—dijo mientras alzaba las manos.
Estaba apunto de contestar pero la maestra llegó a impartir su clase.
Las horas transcurrieron tranquilas pues por una sola vez en su vida Alexis no hablo.
Llegó la hora de descanso, salí con Valeria mi mejor amiga y nos dirigimos a la cafetería.
—No es tan malo mady, hasta podrías llegar a ser su amiga.—comentó.
—Eso jamás, no ves como me trata, es un odioso y siempre busca la manera de ponerme en ridículo, cosa que obviamente no logra.—dije mientras rodaba los ojos.
—¿No has pensado en que talvez lo hace por qué le gustas?.—preguntó mientras le daba un trago a su café.
—Leer enemies to lovers te está dañando mucho val, eso no pasa en la realidad.
—Es mi trama favorita, imagínate vivir algo así.
Seguimos platicando hasta que llegó la hora de ir a la siguiente clase, todo transcurrió con normalidad con uno que otro comentario tonto de Alexis como siempre, hasta que llegó la hora de salida.
Me despedí de vale y me dirigí a la salida.
[...]
Cuando llegue a mi casa mi madre me estaba esperando para ir de compras, todo aburridisimo, compramos ropa y los vestidos que usaríamos en la cena, a la cual yo no quería asistir.
—Ay me duele el estómago, creo que no podré ir a la cena.—dije mientras me retorcía por el "dolor" el cual era fingido.
—No finjas Madison te conozco perfectamente y se que estás bien.—dijo mi madre sin darle importancia a mi falso dolor.
—No quiero ir, déjame quedarme, por favor.—supliqué.
—No Madison, tienes que ir tu padre dijo que no podías faltar, ya está decidido.—respondió mientras se alejaba a su cuarto para dar por terminada la plática, así que tenía que ir si o si.
Perfecto, tengo que convivir con Alexis, ojalá no vaya, esa sería una buena cena sin él.