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🇺🇸 Los Ángeles, California
ღ Madison pov's ღ

—¡Baja a desayunar!—sentí un peso encima mío.

—No quiero—respondí entre el sueño cubriendome de pies a cabeza con la sabana.

—Mamá y papá te esperan abajo.

Al escuchar eso el sueño se fue por completo.

Cada que nos juntamos todos algo pasa.

—¿Sabes para que es?—pregunté mientras me levantaba para buscar ropa.

—Dicen que convivencia en familiar—se encogió de hombros.

—Sabes cómo terminan esas convivencias ¿no?—grite desde el vestidor.

La última vez que hablaron de "convivencia familiar" termine teniendo una relación falsa.

-Ojala me hicieran firmar un contrato con el hijo de los Harrison ¿Te imaginas?

Al salir del vestidor la ví acostada en mi cama viendo al techo.

—¿No estás muy chica para pensar en eso?—me senté aun lado de ella.

—No—respondió—Mejor vamos a desayunar, muero de hambre—se dirigió a la puerta para salir.

Últimamente las cosas han estado algo raras, para empezar mis padres han estado más presentes de lo normal, está es la tercera vez en la semana en la que desayunamos en familia.

Otra cosa que tiene a mi cabeza dando vueltas es Valeria, desde que la ví en la universidad no la he vuelto a ver, sube fotos y cosas así pero no me contesta los mensajes.

Me preocupa mucho lo que le suceda, es mi mejor amiga, llevamos una amistad de más de cinco años y nunca había sido así.

También últimamente estoy hablado más con Alexis, no nos podemos ver tan seguido por su papá y el mío.

—Ya casi se enfría la comida ¿Por qué tardaron tanto?—preguntó mi mamá en cuanto nos sentamos.

—Madi tiene el sueño más pesado que oso hibernando—se quejó Mila.

—¡Buenos días familia!—dijo sonriente mi padre mientras tomaba asiento.

—¿A qué se debe tanta felicidad?—pregunté.

—Por muchas cosas Madi, muchos motivos.

—Nos cambiaron a nuestros padres—musito Mila.

—Concuerdo—dije de la misma manera.

Hasta a Mila se le hace raro el comportamiento de mis padres y es normal.

Siempre han sido algo distantes, la mayoría del tiempo se la pasan en su trabajo o haciendo otras cosas.

—Si las escuche Mila—comentó nuestro papá—pero no importa, quiero que las dos hoy se vayan al centro comercial.

—¿A qué iríamos al centro comercial?—pregunte.

—¿A qué más vas a un centro comercial si no es a comprar Madi?—respondió obvia—¿Segura que tienes veintidós años?

—Que graciosita Mila ¿Has considerado irte a un circo?—pause—eso tenías que aprender de Alexis—murmure para que ella nadamás escuchara.

—Payaso pero bien que te gusta—contesto de la misma manera.

En parte tiene razón.

—¿Que tanto se dicen?—preguntó mi mamá.

—En la noche vamos a salir, las quiero listas a las dos para antes de las nueve—comentó mi papá—que sean vestidos de gala.

—Yo no quiero usar de esos vestidos, con unos pans y tenis mejor—comentó Mila.

—¿A dónde vamos a ir?

—No Mila, tiene que ser vestido de esos y Madison ya verás alrato—respondió mi padre.

Para ser sincera no soy mucho de salir y menos cuando se usa ese tipo de ropa.

Cuando ponen ese código de vestimenta es segurísimo que va a ser aburrido y más viniendo de mi padre.

[...]

—¡Ya nos vamos!—grite desde la puerta junto a Mila.

—Esperen señoritas, les falta algo—nos detuvo mi mamá—les falto yo, no pueden ir solas.

Salimos de la casa para subir a su auto.

—¿Sabes a dónde vamos en la noche?—preguntó Mila a mi madre desde el asiento tracero.

—Una reunión, creo, va a haber varias familias es lo único que se—contestó.

—¿Van a estar los Harrison?—preguntó entusiasmada.

—Supongo que sí.

Deje de escuchar su plática en cuento comencé a mirar por la ventana.

Es un día lluvioso, adoro estos días.

La lluvia me da tranquilidad, siempre y cuando no haya truenos.

En cuanto llegamos al centro nos la pasamos recorriendo todo.

Buscando el vestido perfecto, yo me conformo con el que sea, pero mi mamá y Mila si son especiales en eso.

En especial Mila, que en cuanto supo que iban a estar los Harrison se emociono, al parecer quiere impresionar a el hijo menos de estos.

Aún me pregunto si estarán los Maldonado, aunque veo muy poco la probabilidad.

—¿Entonces cuál?—preguntó—es que ninguno me gusta.

—Solo elige cual sea Mila ya me quiero ir-me quejé.

Voltee a ver hacia fuera de la tienda, llevamos más de dos horas buscando vestido para Mila.

Hasta mi mamá que es muy selectiva en eso encontró rápido, hemos entrado a diferentes tiendas pero a la niña ninguno le convence.

Estoy segura que si por ella fuera se va en pans y tenis.

Mientras miraba a las personas que pasaban pude visualizar una figura conocida.

Era Alexis y alguien más.

Puse un poco más de atención y logré ver a su acompañante.

Andrea.

—¿Que ves?—preguntó Mila poniéndose a un lado mío para ver—Ah ya ví.

—¿Que viste? Yo estaba viendo el anuncio de circo, tu casa.

—Si, si, haste mensa.

—Ya vámonos, Mila para la otra te voy a traer una semana antes de salir, te tardas mucho—se quejó mi mamá.

No quiero parecer una intensa ni nada.

Pero ¿Que más puedo pensar si lo veo con su ex?

Obvio, que sigue enamorado de ella.

Al final de día no le puedo reclamar nada, no somos nada, solo nos estamos conociendo, o eso creo.

Solo se que me confunde y hace que en mi cabeza se creen nudos y preguntas sin respuestas.

Aunque tampoco puedo pensar otra cosa, talvez son amigos.

¿Los exs también pueden ser amigos? ¿O no?

¿A quien engaño? Nunca he tenido novio o algo por el estilo.

No sé cómo debería reaccionar, no sé cómo debería actuar o que debo de sentir.

Solo se que cuando lo veo me pierdo, si eso no es amor no se lo que es.










𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐏𝐎𝐑 𝐎𝐁𝐋𝐈𝐆𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 || QUACKITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora